Tras la muerte de Kim Jong-Il, uno de los regímenes más cerrados y oscuros del mundo enfrenta un proceso de sucesión que, según analistas, podría adquirir tintes violentos y ya preocupó a la comunidad internacional. El heredero del “trono” de Corea del Norte, Kim Jong-Un, lleva ya al menos un año tomando decisiones de Estado y, de acuerdo con medios sudcoreanos, emprendió una cacería de brujas para eliminar a quienes podrían oponerse a su toma del poder absoluto.
(Artículo publicado en la edición del 24 de Diciembre de 2011 de la revista PROCESO)