El régimen sirio de Bashar al-Assad apunta hacia el colapso. Las protestas en su contra se extienden por todo el país y enfrenta divisiones en la cúpula gobernante y deserciones en las fuerzas armadas. De hecho, ha perdido el control de una tercera parte de su territorio. Ante el vacío de poder, gobiernos vecinos intervienen para ganar posiciones estratégicas en la región. Mientras Arabia Saudita apoya con dinero y armas a las milicias sunitas, Irán hace lo mismo con la minoría alauita y maniobra para que Maher al-Assad, hermano menor del presidente sirio, tome el poder…