RECIÉN PUBLICADO – UE: El conflicto de interés de Lönngren

BRUSELAS (apro).- Thomas Lönngren, quien durante 10 años fue el director ejecutivo del organismo responsable de aprobar y vigilar el uso de las medicinas utilizadas en Europa, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), aprovechó su puesto para crear una empresa de cabildeo al servicio de las farmacéuticas, en un hecho que representa un grave conflicto de interés, denunció el pasado 19 de diciembre Alliance for Lobbying Transparency and Ethics Regulation (Alter-eu).

(Artículo publicado el 30 de Diciembre de 2011 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO)

Alter-eu es una coalición de 200 organizaciones no gubernamentales, con sede en Bruselas, que aboga por un mayor control del cabildeo efectuado en las instituciones de la Unión Europea (UE).

Lönngren –quien dejó su puesto en EMA el 31 de diciembre de 2010– estableció su propia firma de consultoría, Pharma Executive Consulting Ltd., cuando todavía ocupaba la dirección ejecutiva de la agencia europea. Dos meses antes de dejar el cargo en la EMA, Lönngren, de nacionalidad sueca, incluso instaló su consultoría en el mismo edificio que alberga a las oficinas centrales de la empresa NDA Regulatory Science Ltd, en la que ocupó un asiento en su Consejo de Administración.

Tal firma se presenta en su página de Internet como “un grupo independiente de consultoría con oficinas en Alemania, Suecia y Reino Unido”; señala que su “misión es lograr que los buenos medicamentos lleguen a los pacientes sin retrasos innecesarios”.

Para cumplir con ese objetivo, NDA Regulatory Science declara que “provee a la industria farmacéutica con un rango integral de servicios profesionales en temas de regulación, evaluación tecnológica de salud, farmacovigilancia y seguros de calidad”.

Más aún: la misma firma asegura que nueve de cada 10 farmacéuticas emplea sus servicios para que realice el proceso de aprobación y regulación de sus medicamentos ante la EMA, cuya sede se localiza en Londres.

Según Alter-eu, las comunicaciones entre Lönngren y EMA a las que tuvo acceso sugieren que su relación con NDA no la divulgó sino hasta febrero de 2011. El funcionario sueco tenía que haberlo hecho con anticipación.

A pesar de ello, EMA autorizó a Lönngren su ingreso en NDA con ciertas restricciones, mismas que las ONG integrantes de Alter-eu consideran insuficientes para evitar riesgos de conflictos de interés.

Por ese motivo, el 19 de diciembre último Alter-eu, Formindep –una asociación independiente de profesionales de la salud que demanda información médica transparente y acciones a favor de los pacientes–, y Health Action International –una red de organizaciones que pugnan por el acceso a los medicamentos y su uso racional–, enviaron una carta al Comisario de Salud y Política de Consumidores, John Dalli; al comisario de Asuntos Inter-institucionales y administrativos, Maros Sefcovic, y a Eoin O’Shea, miembro de la Corte Europea de Auditores, para solicitarles que investiguen el caso de Lönngren.

Confusión de puestos

Dicha carta dice que “la firma de consultoría de Lönngren, Pharma Executive Consulting Ltd., fue incorporada el 2 de noviembre de 2010 en los cuarteles centrales de NDA Regulatory Sciences, es decir dos meses antes de terminar su contrato en EMA. NDA es una consultoría que dice asesorar a 90% de las 20 mayores compañías farmacéuticas, y que 30% de los productos autorizados por EMA pertenecen a clientes suyos que se han beneficiado de los consejos de NDA”.

Las ONG recuerdan al comisario Dalli el fallo del ombudsman europeo en un caso similar de aplicación de la Reglamentación de personal en otra institución: la Autoridad Europea de Seguridad Alimenticia (EFSA por sus siglas en inglés).

En ese fallo el ombudsman dicta que las negociaciones del personal “que tienen que ver con un futuro trabajo que podría significar un caso de revolving doors (cuando un exfuncionario público usa la influencia adquirida en un empleo inmediato en el sector privado y viceversa) constituyen en sí mismas un conflicto de interés que podrían caer en las Reglamentaciones de personal, en particular los artículos 11a y 12″.

Además, el ombudsman indica que “en el contexto de una agencia regulatoria y con la intención de deslindar su responsabilidad, EFSA debe asegurarse que es informado si alguien de su personal está negociando una oferta de trabajo con un potencial empleador. EFSA también debe saber cuando su empleado ha aceptado tal oferta antes de finalizar su contrato con EFSA”.

Alter-eu manifiesta que “esta fuerte señal de parte del ombudsman europeo demuestra que las actividades post-carrera que negocian los funcionarios de la UE mientras ejercen sus puestos públicos pueden constituir un conflicto de intereses ante los cuales deben estar atentas las agencias de la UE y deben evaluar bajo las Reglamentaciones de personal”.

El 14 de diciembre de 2010, días antes de que saliera de la EMA, Lönngren fue entrevistado en PharmaExec.com, el sitio de internet de la revista de los profesionales de la industria farmacéutica. El medio lo llena de halagos al afirmar que durante su mandato en el EMA, Lönngren “confortó” al organismo al darle una “reputación de previsible” en sus decisiones, “de manera que llamara poco la atención de los medios de comunicación y del mundo político, incluso cuando los problemas que rodeaban la aprobación de medicamentos se volvían importantes y temas de controversia”.

La carta de Alter-eu menciona que, en marzo de este año, Lönngren fue anunciado en BioCiencias: el Foro Mundial de las Ciencias de la Vida, como “consejero estratégico de EMA”. En octubre pasado, el exfuncionario ofreció una conferencia sobre “perspectivas regulatorias de medicamentos” en el Foro Europeo de Salud de Gastein, que le pagó en su calidad de antiguo director ejecutivo de la EMA.

Expone la misiva: “Esta confusión entre su anterior posición pública y sus actuales compromisos con la iniciativa privada generan dudas sobre la real división de sus actividades. El continuo perfil de funcionario público del señor Lönngren en el contexto de su pasada función en EMA es preocupante, puesto que ahora funge como empleado de empresas privadas y debe actuar para defender los intereses de sus clientes”.

Anne Chailleu, integrante de Formindep, acusó el pasado lunes 19 en un comunicado que “el fenómeno de revolving doors, en donde los regulados se confunden con los reguladores, está en el corazón del modelo de negocios de NDA. Seis de los 10 miembros de su Consejo Consultor son antiguos funcionarios de EMA y de otras agencias reguladoras. La industria está explotando sus vínculos con el marco europeo regulatorio. Ello está dañando la confianza que deben tener los ciudadanos europeos en los funcionarios seleccionados para proteger la salud pública”.

Formindep publicó el pasado 8 de febrero que, al día siguiente de que terminó su trabajo en EMA, Lönngren no sólo se unió al Consejo de Administración de NDA, ya que además formaba parte de otras empresas: director no ejecutivo de CBio, una empresa australiana especializada en bioterapias, particularmente un medicamento para tratar la poliartritis reumatoide; miembro del Consejo Consultivo del laboratorio danés Novo Nordisk; miembro del Consejo Científico de otra farmacéutica danesa, Lundbeck; o consejero senior del fondo estadunidense de inversiones, Essex Woodlands Health Venture, que gestiona el portafolio dedicado a la salud del banco Goldman Sachs.

“Todas esas funciones –remarca Formindep– son incompatibles con el estatuto de funcionario europeo (de la UE), que prevé un espacio de dos años libres después de haber ejercido un puesto parecido, a fin de evitar evidentes conflictos de intereses”.

Y remata: “según la ley, Thomas Lönngren debió preguntar y obtener el permiso explícito del Comité de Dirección de EMA para ejercer otras funciones”.