La cláusula democrática del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea es letra muerta: en 17 años que lleva de vigencia, nunca ha sido invocada a pesar de que se han disparado las violaciones a los derechos humanos en el país, sostiene un estudio publicado por el Parlamento Europeo. Así, señala, la UE privilegia los intereses comerciales sobre los derechos y libertades civiles y, antes que confrontar y sancionar a los gobiernos mexicanos, prefiere la conciliación, la cooperación y el pragmatismo político.