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El pasado 12 de julio las eurodiputadas Satu Hassi y Ska Keller, integrantes de los partidos verdes de Finlandia y Alemania, respectivamente, firmaron conjuntamente una carta abierta dirigida a las compañías eólicas, algunas de ellas europeas, con presencia en la región del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, México, cuyo manejo de su actividad ha despertado un vivo rechazo de los lugareños al desarrollo de parques de ese tipo de energía renovable. Europafocus traduce la misiva para sus lectores, la cual fue publicada en el blog de la eurodiputada Hassi.
El 4 de mayo tuvimos la oportunidad de visitar el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, México, y conocer las opiniones de las personas que viven en el área donde la energía eólica ha sido aprovechada durante varios años. Esta área está muy expuesta al viento y hay más proyectos en planificación.
Las preocupaciones de las comunidades locales eran muchas y, nos parece, bien fundadas. Vimos turbinas eólicas cercadas, por lo que la agricultura alrededor de ellas está rentringida. De acuerdo con los habitantes, cuando ellos fueron consultados acerca de los planes sobre energía eólica, nunca les dijeron que el uso de la tierra sería limitada de esa forma.
Mucha de la gente que vimos pertenece a las comunidades indígenas que son particularmente vulnerables a la información engañosa. Había reportes de que no se le dijo a la gente lo que el desarrollo de la energía eólica significaba realmente para sus modos de vida basados en la tierra. También nos comentaron sobre los efectos adversos en los mantos freáticos y en los caminos. A causa de esos y otros problemas existe actualmente un creciente movimiento popular contra los parques eólicos.
Parece ser un riesgo que la energía eólica sea satanizada por la gente y las organizaciones no gubernamentales que trabajan a favor de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Eso no sería benéfico para nadie: ni para las compañías de energía eólica ni para las comunidades locales en cuestión.
Solicitamos a las compañías eólicas que operan o planean el desarrollo de esa energía en la región que reconsideren su estrategia. No hay necesidad técnica para prohibir la agricultura en amplias zonas alrededor de las turbinas. En Europa nunca hemos visto que haya turbinas eólicas protegidas por vallas como se hace con los terrenos agrícolas. Según lo que sabemos, las turbinas únicamente requieren la tierra donde se asientan las fundaciones, y el resto de los campos agrícolas deben permanecer para ese uso, como antes.
Somos firmes partidarias de la producción sostenible de energía renovable. A partir de ese principio rector, las instalaciones y aprovisionamiento de las materias primas hacen el mínimo daño y crean el máximo beneficio para las comunidades locales. En el caso de la energía eólica, las mejores prácticas incluyen la consulta a las comunidades locales sobre la ubicación de las instalaciones y la distribución de los beneficios económicos a través de impuestos y compensaciones. A nosotras nos parece que estas mejores prácticas no se han aplicado en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
Para concluir, nos gustaría instar a los operadores de energía eólica en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México, a que cambien su política hacia las comunidades locales, de tal manera que también esas poblaciones pueda beneficiarse de la producción de energía eólica. Para los sitios previstos, las mejores prácticas deben aplicarse vis-a-vis con las comunidades locales. Consulta completa, previo consentimiento, prevención de conflictos y que los beneficios para la población local tengan la más alta prioridad.
Estamos más que dispuestos a participar en el diálogo sobre el tema con todos los actores.
Atentamente,
Satu Hassi
Eurodiputada, Verdes / Finlandia
Ska Keller
Eurodiputada, Verdes / Alemania