Jefes de Estado de la Unión Europea y de América Latina, que este 26 y 27 de enero celebran en Chile su séptima cumbre, tienen previsto conceder el rango de “organización internacional” a una fundación cuya dirigente es investigada por un presunto conflicto de intereses: Benita Ferrero-Waldner habría aprovechado la información privilegiada que manejó como funcionaria de la Comisión Europea para favorecer a empresas en las que ahora trabaja. Dos consorcios, uno alemán y otro español, se verían beneficiados con ello y sus horizontes de negocios se ampliarían hacia Latinoamérica, incluyendo algunos parques eólicos en Oaxaca.
(Artículo publicado en la edición del 27 de enero de 2013 de la revista PROCESO)
BRUSELAS.- Pese a que Benita Ferrero-Waldner está implicada desde 2010 en la investigación de un caso de conflicto de intereses, los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe –reunidos en Santiago de Chile este sábado 26 y domingo 27 en su séptima cumbre– concederán a la fundación birregional que ella dirige el rango de “organización internacional”.
Calificada por la propia Ferrero-Waldner como “una red de redes”, la Fundación Internacional Unión Europea-América Latina y el Caribe (UEALC) –que será su nuevo nombre– tiene el objetivo oficial de “contribuir al fortalecimiento del proceso de asociación birregional” y “promover un mayor conocimiento mutuo entre regiones” a través de “la participación y la contribución de la sociedad civil y otros actores sociales”.
Ese organismo basa su autoridad y peso político en su membresía: La crearon los 61 gobiernos de ambas regiones durante su pasada cumbre en Madrid el 18 de mayo de 2010. Su principal financiamiento, de 4 millones 500 mil euros para el periodo 2012- 2014, corre a cargo de la Comisión Europea a través del presupuesto de su agencia de ayuda al desarrollo: Europe Aid.
Pero el ómbudsman de la Unión Europea, Nikiforos Diamandouros, investiga desde 2010 un presunto conflicto de intereses de Ferrero-Waldner, confirma a Proceso Gundi Gadesmann, vocera del defensor.
La presidenta de la UEALC es acusada por la organización no gubernamental Corporate Europe Observatory (CEO) del posible uso de sus altos puestos en la Unión Europea (UE) en beneficio de algunos consorcios empresariales así como de aceptar posteriormente puestos en los consejos de dirección de éstos.
La investigación del ómbudsman no es de carácter penal, pues éste sólo puede emitir recomendaciones no vinculantes, pero un resultado favorable a la parte acusadora socavaría todavía más entre sectores de la sociedad la confianza hacia Ferrero-Waldner y las intenciones que persigue su fundación.
Entre noviembre de 2004 y el mismo mes de 2009 Ferrero-Waldner –excanciller de Austria– fue comisaria de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad de la Comisión Europea, y entre diciembre de 2009 y febrero de 2010, de Comercio y Política de Vecindad de la misma institución, que se ocupa de la conducción de las relaciones internacionales y comerciales de los miembros de la UE.
Una semana después de dejar ese puesto público, el 17 de febrero de 2010 fue designada miembro del Consejo de Supervisión de la aseguradora alemana Munich Re, y siete días después, del Consejo de Administración de la empresa española de nuevas energías Gamesa Corporación Tecnológica.
El rotativo holandés De Volkskrant publicó el 22 de septiembre de 2010 que desde principios del año anterior la comisaria patrocinó firmemente el Plan Solar Mediterráneo, un componente del proyecto Desertec para alimentar de energía eléctrica a Europa con la instalación de paneles solares y turbinas eólicas en países norafricanos, lo que requiere inversiones masivas. Gamesa y Munich Re participan en Desertec.
El 12 de julio de 2010 Olivier Hoedeman interpuso una demanda ante la oficina del ómbudsman europeo en nombre de CEO. Dijo que “la Comisión Europea falló en tomar medidas adecuadas para prevenir potenciales conflictos de interés al aprobar los planes de la excomisaria Benita Ferrero-Waldner, miembro del Consejo de Supervisión de Munich Re”.
Investigación
La demanda de CEO –a la que tuvo acceso este corresponsal y cuyo número de registro es 1533/2010/(KM)MMN– refiere que “al emplear a la señora Ferrero-Waldner, Munich Re podrá recibir valiosa información interna y conexiones con los funcionarios que toman decisiones, lo que de otra forma no pueden conseguir las compañías que no cuentan con medios para contratar un reciente comisario de la UE”. Así, expone, “Munich Re gana un potencial valor comercial, pero a través de un acceso indebido al conocimiento y contactos internos”.
El demandante alega que Ferrero-Waldner viola el artículo 213 del Tratado de la Comunidad Europea, el cual establece que los comisarios “deben ser independientes” y “se comprometerán solemnemente a respetar las obligaciones derivadas de su cargo y en especial los deberes de honestidad y discreción, en cuanto a la aceptación, una vez terminado su mandato, de determinadas funciones o beneficios”.
Pero según comunicaciones internas que obtuvo CEO, Ferrero-Waldner, siendo comisaria, “informó” acerca de sus ofertas de trabajo al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El 29 de octubre de 2009 la comisaria notificó la invitación laboral de Munich Re, con una remuneración de 50 mil euros al año, y el 15 de diciembre siguiente transmitió la de Gamesa, con un “salario base” de 85 mil euros anuales. En sus notificaciones ella considera esas actividades “compatibles con el Código de Conducta de los Comisarios”, misma conclusión a la que llegó el Comité Ético de la Comisión Europea que la autorizó a aceptarlas antes de finalizar su mandato público.
La vocera Gadesmann explicó que las investigaciones están en una fase avanzada y que el equipo de expertos del ómbudsman analiza los documentos vinculados a la manera en que manejaron el asunto los funcionarios de la Comisión Europea –la institución denunciada– y la comisaria.
Un reporte restringido –copia del cual tiene Proceso– revela que, al menos una vez, investigadores de la oficina del ómbudsman “inspeccionaron” los archivos internos de documentación de la Comisión Europea en su cuartel central del edificio Berlaymont en Bruselas. Esto fue el 27 de junio de 2011.
En ese informe –fechado el 3 de agosto de 2011– se reporta que los verificadores Fergal O’Regan y Martín Martínez Navarro comenzaron la “inspección” a las 15:30 –en presencia de cuatro representantes de la Comisión Europea– y finalizaron a las 18:45.
Examinaron documentos sobre aspectos de la investigación: El nombramiento de los miembros del Comité Ético, el seguimiento a las cuestiones relativas a Munich Re y el proyecto Desertec y la solicitud de la Comisión Europea al Comité Ético para que estudiara las ofertas de trabajo de Ferrero-Waldner, expediente que, detalla el reporte, contiene una descripción de las posiciones y dos series de correos electrónicos con cuatro preguntas que hace la comisión al citado comité en relación con Munich Re, Gamesa y las responsabilidades como comisaria de Ferrero-Waldner.
Los investigadores identificaron 27 documentos “confidenciales” útiles que fotocopiaron. En el reporte exponen que algunos de ellos les produjeron extrañeza. Una comunicación interna del 23 de febrero de 2010 mencionaba que aún debía ser confirmado que la comisaria no había intervenido a favor de Munich Re en su mandato. No se encontró esa confirmación en el archivo; los funcionarios presentes aseguraron que se efectuó posteriormente.
En un correo electrónico del 22 de febrero de 2010 un funcionario le solicita a otro, “cercano a las labores de la comisaria”, información sobre el presunto involucramiento de Ferrero-Waldner en el proyecto Desertec. No se halló respuesta escrita.
A raíz de una comunicación interna del 5 de enero de 2010 –cuyo contenido no es claro en el documento– los funcionarios “sugirieron” que la comisaria no había concedido o gestionado proyectos específicos de energías renovables, aunque admitieron que la promoción de éstas era un objetivo político de su cartera.
Pese a que la investigación estaba en curso, el 31 de enero de 2011 el consorcio español Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) aprobó el nombramiento de Ferrero-Waldner (que todavía no cumplía un año de haber dejado la función pública) como miembro del Consejo de Supervisión de Alpine, su subsidiaria en Europa del Este con base en la ciudad austriaca de Salzburgo, donde ella nació. El 28 de marzo de 2012 fue ascendida a presidenta del mismo consejo.
Ese día la excomisaria declaró en un boletín: “Con mi experiencia en diplomacia y relaciones internacionales tengo la confianza de poder contribuir en el desarrollo de Alpine”.
Agenda empresarial
Creada el 18 de mayo de 2010 en la sexta cumbre UE-ALC de Madrid, la Fundación UEALC inició operaciones el 7 de noviembre de 2011 en Hamburgo; en esa fecha también fue nombrada presidenta de ese organismo Benita Ferrero-Waldner.
Este corresponsal obtuvo las listas de “actividades de visibilidad” de la fundación que presentó Ferrero-Waldner en las juntas del Consejo Directivo (los representantes de los países miembros) el 9 de marzo de 2012 y el 6 de julio siguiente.
Esos informes internos registran 92 actividades. Sobresalen en número las que tienen con temática económica y de negocios como el seminario Políticas Industriales del siglo XXI: Diálogo entre América Latina y el Mundo, realizado el pasado 10 de mayo en Río de Janeiro; el foro de negocios América Latina encuentra a Europa Central, que tuvo lugar cuatro días más tarde en Viena, o el Foro Nueva Economía, donde Ferrero-Waldner desayunó con Ana Pastor, la ministra española de Fomento.
En muchos casos se citan reuniones con mandatarios, secretarios de Estado, embajadores, empresarios, banqueros, funcionarios de instituciones internacionales, miembros de la realeza española y medios de comunicación. También son cuantiosos los encuentros de orden académico, y únicamente dos fueron dedicados a la sociedad civil como tal: el IV Foro de la Sociedad Civil, el 27 y 28 de septiembre últimos, y el Foro de la Sociedad Civil Organizada, del 4 al 6 de diciembre de 2012, ambos organizados en Santiago de Chile por otras entidades.
Un evento de alto nivel que no aparece en las anteriores listas es el Primer Foro Panamá-UE, que sirvió para promover las inversiones españolas y que según la prensa local organizó la fundación. Se celebró el 6 de diciembre pasado y asistió, además de Ferrero-Waldner, la ministra española Ana Pastor, que recalcó “la apuesta” de los inversionistas españoles en Panamá, la segunda más cuantiosa en ese país.
Una de las empresas españolas más favorecidas es la que emplea a la excomisaria, FCC, que participa en la expansión del Canal de Panamá (junto con otra firma española, Sacyr), así como en la construcción de la línea uno de la capital, en consorcio con la brasileña Odebrecht.
La constructora señaló el 15 de noviembre pasado que “América Latina se ha convertido en una zona geográfica estratégica” para su área de infraestructura, que había facturado 524 millones de euros en los primeros nueve meses de 2012. En México, FCC es el constructor de la autopista Necaxa-Ávila Camacho, el viaducto de San Marcos y el túnel de Coatzacoalcos.
Gamesa es la otra empresa española que contrató a Ferrero-Waldner y cuyos negocios crecen en América Latina: mientras en 2006 sus ventas de energía eólica representaban 4% del total, en 2013 esa cifra aumentará a 47%. Gamesa desarrolla en Oaxaca los proyectos de parques eólicos Eoliactec del Istmo y del Pacífico.
El 7 de noviembre pasado la aseguradora Munich Re también anunció un incremento de sus beneficios en América Latina entre enero y septiembre de 2012 con respecto al mismo periodo del año anterior. En una entrevista publicada en BNamericas el 4 de septiembre de 2009 –cuando la entonces comisaria Ferrero-Waldner ya había sido invitada a integrarse a Munich Re–, su director ejecutivo, Rudolf Lenhard, aseguró que América Latina “tenía un gran potencial” para su negocio y que “ahora sólo tenían que desarrollarlo”.
Consultado por este semanario, Hoedeman opina que “las organizaciones de la sociedad civil deberían exigir a los gobiernos que Ferrero-Waldner renuncie a su puesto en la fundación. Los gobiernos ya han gastado en esa fundación enormes sumas de dinero que no están yendo al fortalecimiento de la sociedad civil, sino a otra cosa más ligada a la agenda corporativa, la cual simboliza la propia Ferrero-Waldner. Ella debería renunciar inmediatamente”, concluyó.