BRUSELAS (apro).- En una acción inusual, un grupo de ciudadanos mexicanos residentes en Bélgica entregó al Parlamento Europeo una carta en la que expresa su rechazo al envío de una misión de observación electoral de la Unión Europea (UE) a México.
(Nota informativa publicada el 23 de mayo de 2012 por la Agencia PROCESO)
Los inconformes argumentan en la misiva que los observadores electorales europeos podrían incumplir con su propósito de hacer una evaluación imparcial de los comicios del 1 de julio próximo, como –sostienen– ocurrió en 2006:
“Queremos expresar que estamos contra una Misión de Observación Electoral de la UE que oculte violaciones al proceso electoral, como fue el caso en 2006”, argumentan en el documento.
“Consideramos que esa misión fracasó en su propio compromiso de promover la democracia y el respeto del estado de derecho en México, y no queremos que la UE repita ese fracaso en las elecciones de 2012”, acusaron los mexicanos en su misiva, la cual enviaron a miembros de la Delegación del Parlamento Europeo en la Comisión Parlamentaria Mixta México-UE, reunida este 23 y 24 de mayo en Estrasburgo, Francia.
En el caso de que se decida el traslado de una misión de observación electoral, los ciudadanos mexicanos solicitaron al Parlamento Europeo que no envíe a los mismos miembros de la Misión de Observación de 2006, y que garantice un trabajo “profesional e imparcial”.
Explicaron que “México atraviesa uno de los momentos más duros de su historia y enfrenta uno de sus mas grandes desafíos democráticos, ya que no hay otro país en el mundo con más de 60 mil personas asesinadas por violencia política y relacionada con el narcotráfico en los últimos seis años”.
En este contexto, advirtieron, la UE podría contribuir en la resolución del conflicto mejorando la confianza ciudadana en los procesos electorales, deteniendo el fraude y fortaleciendo el respeto a los derechos humanos”.
Es por esas razones que solicitaron al Parlamento Europeo su apoyo a unas “elecciones genuinas que apuntalen una base para un desarrollo sustentable y una democracia funcional”.
El economista Pedro Obando, uno de los firmantes, aseguró que la carta es una iniciativa “puramente ciudadana”, aunque confesó que una persona intentó adherirla al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), encabezado por el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Si el mensaje era partidario, acotó Obando, “perdíamos toda credibilidad”.
El 23 de marzo pasado, apro informó que la Comisión Europea había tomado la decisión de enviar a México una misión de bajo perfil conformada por expertos técnicos, en lugar de una misión de observación como la de 2006; sin embargo, esa decisión no ha sido comunicada de manera oficial y pública.
La misión europea que observó los comicios presidenciales del 2 de julio de 2006 causó una fuerte polémica por su presunta falta de imparcialidad.
El principal cuestionamiento se refirió al hecho de que al día siguiente de las votaciones, el jefe de la misión, el eurodiputado español José Ignacio Salafranca, decidió presentar públicamente la declaración preliminar de la misión a su cargo.
Salafranca –un connotado integrante del conservador Partido Popular español, cercano al mexicano Partido Acción Nacional (PAN)– aseguró que las elecciones federales se habían caracterizado por un “alto nivel de transparencia”, cuando en ese momento no se conocían los resultados finales de la contienda, los cuales fueron anunciados hasta el 5 de septiembre de ese año por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
La declaración de Salafranca desató las sucesivas felicitaciones al candidato panista Felipe Calderón por parte de Benita Ferrero-Waldner, comisaria de Asuntos Exteriores de la UE; de Javier Solana, Alto Representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, o de Antonio López-Isturiz, presidente general del Partido Popular Europeo y de la Internacional Demócrata de Centro.
El 25 de septiembre de 2006, en declaraciones a apro, el eurodiputado alemán Tobías Pflüger acusó a Salafranca de haber “promovido la victoria de Calderón Hinojosa” al haber expresado “el reconocimiento prematuro de un supuesto ganador”.
Por su lado, el eurodiputado español Raúl Romeva consideró que Salafranca se había “precipitado” y que evidenció un “interés en difundir el resultado de las elecciones tal como aparecía en esos momentos, a favor de Calderón”.