BRUSELAS (apro).- El Parlamento Europeo aplazó la designación del nuevo presidente de la delegación para México, luego de que el eurodiputado ultraderechista español Hermann Tertsch no alcanzara la mayoría de votos.
La votación, que tuvo lugar durante la sesión constitutiva de la delegación este jueves 26, dio como resultado un empate de seis votos a favor de Tertsch y seis en contra. Dado que una segunda votación arrojó el mismo resultado y que sólo había un candidato, la sesión se pospuso, en línea con el reglamento de la institución.
De acuerdo con el sistema del Parlamento Europeo que distribuye las presidencias de las delegaciones, el eurodiputado del partido español de extrema derecha Vox fue postulado por el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, que integran formaciones semejantes de Polonia, Suecia, Bulgaria o República Checa.
La nueva votación tendrá lugar posiblemente la segunda semana de octubre. Tertsch afirmó que se volverá a presentar como candidato.
Tertsch estuvo a punto de obtener la presidencia cuando el presidente de la sesión constitutiva, el eurodiputado español José Manuel García-Margallo, del grupo del Partido Popular Europeo –que apoyó al eurodiputado de Vox–, propuso que éste fuera designado sin voto por el método de “aclamación”, ya que era el único candidato.
Cuando todo parecía cantado, la eurodiputada socialista Clara Aguilera, también española, pidió que se abriera un procedimiento de voto secreto, que fue aceptado.
La primera ronda de votación resultó en el empate; se repitió el voto con el mismo resultado. García-Margallo anunció que si se presentaba otro candidato además de Tertsch, podría efectuarse una tercera votación.
En ese caso, si el empate prevalecía, entonces el candidato vencedor sería el de mayor edad, por lo que muy probablemente hubiera obtenido el cargo el eurodiputado de Vox, de 61 años.
En teoría, si los populares proponían un candidato, hacían perder a Tertsch; si los socialistas lo hacían, hubieran terminado legitimando su triunfo. Previstos esos escenarios, ningún eurodiputado alzó la mano y la sesión fue dada por aplazada.
“Complot”
Consultado por Apro inmediatamente después de que acabara la sesión, Tertsch acusó a los socialistas españoles de haber tirado su candidatura, como parte, dijo, de una campaña de ataques por las elecciones generales que se celebrarán en España el próximo 10 de noviembre.
“También están jugando con las relaciones con México”, agregó el experiodista de los diarios españoles ABC y El País.
Cuestionado sobre un posible conflicto, de ser electo presidente de la delegación, con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Tertsch aseguró que se podría “llevar perfectamente bien” con el presidente mexicano ya que, opinó, “su gobierno es tan celoso de la soberanía nacional como lo soy yo para España”.
Más tarde, en un video en Twitter, Tertsch calificó de “lamentable” el “sabotaje” del Partido Socialista Obrero Español “contra la candidatura española” para presidir la delegación para las relaciones con México: “Estaba ya elegido por aclamación y resulta que (los socialistas) han pedido una votación para forzar un empate que lleva a que pospongamos la elección de esta delegación tan importante”.
Contactada tras la votación, Aguilera explicó a esta agencia que, para el partido socialista, “la extrema derecha española no debe ocupar espacios en las instituciones de la Unión Europea”, por lo que votó contra Tertsch, como también lo hicieron los verdes e Izquierda Unida.
“Sea de donde sea, en este caso de España, pero podría ser francesa o italiana, nosotros votaríamos en contra de la extrema derecha para que no ocupe la representación de las instituciones”.
Vox, añadió Aguilera, “está en el límite de la democracia y no nos gusta su ideario político, contrario a la democracia. No daría una buena imagen en México, no de España, sino de la UE”.
A la votación de hoy no asistieron los dos integrantes del grupo de los liberales, Renovar Europa, que forma el partido Ciudadanos de España, que ha cerrado pactos con Vox, y La República en Marcha, del presidente francés Emmanuel Macron, que rechaza cualquier alianza con la extrema derecha.
Esos dos votos podrían inclinar la balanza en la siguiente reunión de la delegación.
Mientras eso ocurre, Tertsch sigue acumulando discursos provocadores. A finales de agosto afirmó que “las ONG de ultraizquierda” habían aprovechado “los incendios que son habituales” en la Amazonia para lanzar una “campaña” contra el presidente brasileño Jair Bolsonaro.
También llamó “peón” de la ONU al papa Francisco por defender a los migrantes ilegales. La semana pasada, durante la sesión plenaria, acusó a la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, de apoyar a “la sangrienta dictadura cubana” por haber visitado la isla, y le pidió ayudar a Colombia contra los grupos armados “protegidos” por el régimen venezolano de Nicolás Maduro y por Cuba.
El 18 de julio, el eurodiputado tomó la defensa del gobierno de Donald Trump durante el debate que tuvo lugar en el Parlamento Europeo sobre la situación en la frontera entre México y Estados Unidos. Al gobierno estadunidense, dijo, “no se le puede obligar a renunciar a defender sus fronteras, a defender su soberanía y a defender su legalidad”.
Esta semana, llamó “niña enferma” y “manipulada” a Greta Thunberg, la líder activista de la crisis climática, a quien comparó con las pequeñas alemanas utilizadas por el régimen nazi para difundir su propaganda política.
*Esta nota fue publicada el 26 de septiembre de 2019 en el portal de la revista PROCESO.Aquí puedes leer el texto original.