BRUSELAS (apro).- “Algún día deberías mirar atrás e intentar recordar lo que Internet fue alguna vez: libre, caótico y ‘empoderador’”, comienza el texto que colocó en su página de inicio el sitio sueco de intercambio de archivos Pirate Bay, uno de los primeros que se atrevió a desafiar a la todopoderosa industria estadunidense del entretenimiento.
“Hay fuerzas poderosas que quieren destruir Internet. Quieren convertirlo en algo que sólo sirva a sus propósitos. Tú puedes tomar una posición. Puedes volverte uno de los nuestros en donde se toman las decisiones”, continúa el mensaje de rebeldía, y cierra invitando a los electores a votar por el Partido Pirata en las elecciones para el Parlamento Europeo que se celebran este fin de semana en los países de la Unión Europea (UE).
[pullquote]Artículo publicado el 23 de mayo de 2014 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO[/pullquote]“Quienes nacieron ‘desconectados’ tienden a burlarse de este tipo de operación. Sin embargo, la generación de Internet comprende que se trata de una enorme exposición, equivalente a la compra de cobertura de todos los periódicos y todos los días de la campaña en los respectivos países. Es como Pirate Bay le echa la mano al brazo político del movimiento”, explicó en su blog Rickard Falkvinge, que en 2006 fundó en Suecia el primer Partido Pirata.
Pirate Bay es el mayor motor de búsqueda de material multimedia en el protocolo BitTorrent (de transferencia de archivos).
Fue fundado en 2003 por Piratbyran, una organización sueca que se disolvió en 2010 pero que lideró el movimiento contra los derechos de autor y por la cultura libre en Internet. De su funcionamiento se encargaron tres jovencitos: Peter Sunde, Gottfrid Svartholm y Fredrik Neij. De hecho, cuando en 2003 tenía apenas 18 años, Svartholm creó los programas de base del sistema de Pirate Bay en una pequeña oficina de una empresa de programación y consultoría en la Ciudad de México, donde él hacía unas prácticas.
“Definitivamente a México le hace falta una banda más ancha en Internet”, respondió Svartholm cuando en septiembre de 2006 este corresponsal le preguntó en una entrevista la razón por la que había regresado a su país a finales de 2003, para continuar con el proyecto del sitio pirata (Proceso 1559).
El origen y evolución de Pirate Bay y el Partido Pirata están íntimamente entrelazados. Una prueba reciente de lo anterior es que Sunde compite en las elecciones europeas bajo la bandera del Partido Pirata de Finlandia, y además ha sido nominado por los Partidos Piratas Europeos como su candidato a presidir la Comisión Europea.
No obstante esa hermandad, las situaciones que viven en la actualidad son distantes.
Pirate Bay ha enfrentado una impresionante persecución judicial que arruinó y llevó a prisión a sus fundadores (Svartholme está confinado en una cárcel noruega enfrentando un segundo juicio), y en muchos países es imposible acceder al sitio sin usar rutas alternativas para rodear los bloqueos. Mientras tanto, el Partido Pirata continúa ganando legitimidad política: actualmente hay 60 partidos pirata en todo el mundo –incluyendo uno en México– y prácticamente tienen presencia en todos los países de la UE, además de que en 2010 se estableció en Bruselas el Partido Pirata Internacional.
Los sondeos de opinión ofrecen una mala y una buena noticia al movimiento pirata europeo en las elecciones de este fin de semana para el Parlamento Europeo: la primera es que quizá pierdan sus dos eurodiputados suecos. Según una encuesta de la firma Novus dada a conocer por la Radio Pública Sueca el 16 de mayo pasado, los piratas de ese país captarían 3.9% de los votos (necesitan 4% para conservar sus eurodiputados). A mediados de abril los sondeos los ubicaban en poco más de uno por ciento de las preferencias electorales.
La buena noticia es que el Partido Pirata Alemán conseguiría dos asientos en el Parlamento Europeo con 2.2% de los votos en su país, según una medición de las firmas FGW e Infratest que recoge el portal PollWatch 14, que sigue las previsiones electorales en cada país de la UE.
Para Falkvinge, lo que importa para su movimiento político es que el Partido Pirata se mantenga en el Parlamento Europeo.
Explica: “La narrativa del Partido Pirata es crucial. En retrospectiva, la historia debe decir que la representación política cambió permanentemente cuando los sentimientos de la población más joven se desplazó hacia la salvaguarda de las libertades civiles, y que el escenario requiere la presencia en el Parlamento Europeo de eurodiputados piratas”.
Pero Falkvinge, que dejó la presidencia del Partido Pirata sueco en 2011, también es realista: “La alternativa, perdiendo todos los asientos, sería una señal de que la gente, después de todo, no estaba interesada en los derechos civiles, especialmente en Internet, y que nuestro éxito en la elección de 2009 fue toda una ocurrencia monstruosa”.
En las anteriores elecciones europarlamentarias, celebradas el 7 de junio de 2009, el Partido Pirata sueco obtuvo 7.1% de los votos en el país. Dos meses antes de ese inesperado éxito electoral, una corte de Estocolmo había declarado culpables de “promover que otras personas violen los derechos de autor” a los fundadores de Pirate Bay, lo cual indignó fuertemente a la sociedad sueca, especialmente a los más jóvenes. En comparación, tres años antes, en elecciones locales, el partido había logrado un minúsculo 0.6% de la votación.
“Ha habido un intenso debate público acerca de la necesidad de reformar la ley de derechos de autor con el advenimiento de Internet, pero los políticos han elegido no escuchar ese debate. La única opción que nos han dejado es desafiarlos directamente en una batalla por los votos”, explicó Falkvinge a Proceso también en septiembre de 2006.
El caso es que el resultado electoral de 2009 se tradujo en dos escaños en el Parlamento Europeo para el Partido Pirata, los cuales ocuparon Christian Engström –quien antes de ser activista digital había sido director de una empresa de programación–, y, a los 24 años, Amelia Andersdotter, dirigente de la rama juvenil del partido, y que en marzo pasado fue designada presidenta del nuevo Partido Pirata Europeo. Ambos representantes piratas se integraron al grupo del Partido Verde del Parlamento Europeo.
Andersdotter, la eurodiputada más joven de la legislatura saliente y miembro del Comité de Industria, Investigación y Energía, destacó especialmente por su actuación en contra del Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA, por sus siglas en inglés), a través del cual el poder empresarial pretendía imponer los derechos de autor sobre las libertades civiles. Pero, sobre todo, ella es reconocida en el mundo de las organizaciones defensoras de los derechos digitales por su activismo a favor de un texto legislativo a favor de la protección de la neutralidad en Internet, el cual fue votado el pasado 3 de abril.
“Los eurodiputados del grupo verde, encabezados por la sueca Amelia Andersdotter, han defendido posiciones firmes y convincentes para la defensa del principio de la neutralidad de Internet, y eso desde el comienzo al final del proceso. Su trayectoria en ese marco fue irreprochable y ha tenido una influencia determinante sobre el resultado final”, refiere un reporte del pasado 22 de mayo publicado por la organización francesa La Quadrature du Net.
En una entrevista con este corresponsal, realizada en junio de 2012, previo al rechazo del Parlamento Europeo de ACTA, Andersdotter lamentó que a partir de 2006 su país haya implementado políticas digitales antipiratería tan duras y poco eficaces, sólo por presiones del gobierno de Estados Unidos y sus trasnacionales del entretenimiento. Falkvinge acusó que esas leyes habían sido escritas por “analfabetas digitales”.