BRUSELAS.- (apro) Las organizaciones de la sociedad civil mexicana, que desde su entrada en vigor, el 1 de julio de 2000, siguen la evolución del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea (UE), quieren ser consultadas en el proceso de su renegociación –que formalmente se iniciaría en 2014–, una vez que en consenso con el gobierno de Enrique Peña Nieto establecieron en abril pasado el llamado Mecanismo Consultivo de Diálogo.
[pullquote align=”right”]Artículo publicado el 16 de septiembre de 2013 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO
[/pullquote]La renegociación del Acuerdo Global (Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación) “no puede darse a puerta cerrada como pasó con la negociación anterior, (por lo que) vamos a tratar de incidir para que el acuerdo cumpla las expectativas que se plantearon en un inicio en materia de desarrollo económico y generación de empleo”, asegura Norma Castañeda, asistente de la secretaría ejecutiva de la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo (ALOP), en el marco de la visita de una delegación de siete activistas mexicanos que se entrevistó con representantes de la UE en Bruselas y Estrasburgo, Francia.Castañeda y Laura Becerra, directora de ALOP y DECA Equipo Pueblo, conversaron con Apro al término de una conferencia de prensa en la que presentaron el libro Las relaciones México-UE en el marco del Acuerdo Global y la Asociación Estratégica: un balance desde la sociedad civil mexicana, que tuvo lugar en las instalaciones de la fundación alemana Heinrich Böll de la capital belga.
Las dos coinciden en señalar que “no está claro qué elementos del acuerdo serán renegociados”. De lo que sí fueron informadas personalmente a principios de año por un funcionario del gobierno de Peña Nieto, dicen, fue que ya existían pláticas preliminares con sus pares europeos, lo cual les fue directamente confirmado por ambas autoridades en la reunión del XII Comité Conjunto México-UE, que se celebró los pasados 10 y 11 de junio en el Distrito Federal.
“Se les preguntó y nos confirmaron que sí, estaban ya en conversaciones, aunque no tenían una fecha definida para iniciar este proceso de modernización o actualización del acuerdo, que son las palabras que ellos utilizan. Ayer (10 de septiembre) que estuvimos con la gente de la embajada mexicana, nos informaron que las pláticas preliminares durarán entre 12 y 16 meses”, explica Castañeda.
Se les insiste sobre la información que, como interlocutores reconocidos del gobierno mexicano, se les ha facilitado acerca de los sectores que interesa renegociar.
Castañeda responde que “las autoridades aluden a las cláusulas de revisión”, de las cuales, dice, “está lleno el acuerdo”, aunque “entrelíneas se habla de (la revisión) del componente agrícola”; además, señala Becerra, “suponemos que el componente económico es el que se revisará, pues en el componente de la cooperación ya hay una decisión de la UE que está más allá del acuerdo”.
La UE clasificó a México como un país de renta media alta, con lo que a partir de su próxima programación, que empieza en 2014, dejará de otorgar a nuestro país ciertos fondos de cooperación, los que en el periodo 2007-2013 ascendieron a 55 millones de euros y cuya mayor parte fue destinada a combatir la pobreza y la exclusión social.
Becerra refiere que no están de acuerdo con esa clasificación, “altamente cuestionada”, por lo que intentarán llevar al proceso de renegociación del acuerdo ese tema para debatirlo, y se pregunta: “¿Cuáles son los indicadores (que utilizó la UE) para designar a un país de renta media alta o baja? El hecho de que México haya sido clasificado de renta media alta significa que ya hay una decisión respecto a modificar el tipo de cooperación, el monto, su objetivo y la idea de cooperación al desarrollo de un país (como México) que tiene menos crecimiento”.
Castañeda agrega que los organismos que conforman el Mecanismo Consultivo de Diálogo seguirán con atención los efectos en México de las modificaciones a la política de cooperación europea, ya que, ejemplifica, ALOP detectó y documentó el caso de unas empresas italianas, Simest y Enel Green Power, a las que la Comisión Europea había aprobado una subvención de 3.3 millones de euros del programa Facilidad de Inversión en América Latina (LAIF, por sus siglas en inglés) para apoyar la construcción de un parque eólico en el Istmo de Tehuantepec, el Bii Nee Stipa II.
Ese caso, en el que la Comisión Europea está cooperando directamente con el sector privado en la ejecución de su política de desarrollo, “es un foco rojo para nosotros: queremos ver de qué manera se piensa incentivar o no una cuestión de cooperación (europea) con el sector privado”, advierte Castañeda.
–Ustedes mencionaron en la rueda de prensa que los europeos están presionando para invertir en los ramos del petróleo, agua o energía, se les comenta.
–El tema de las inversiones –responde Castañeda– no necesariamente dependen del Acuerdo Global con la UE, sino de los Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRIS), que se negocian bilateralmente entre países, así como también de las reformas a nuestras propias leyes nacionales.
Y se pregunta: “¿Qué tanto puede este acuerdo centrarse en el tema de las inversiones europeas cuando éstas ya se están dando en esos servicios estratégicos: (las empresas españolas) Iberdrola, Endesa, Gamesa, ya están invirtiendo fuerte en parques eólicos y lo hacen por fuera del acuerdo”.
Mecanismos
Las entrevistadas aseguran que las autoridades mexicanas se han comprometido a informar de manera transparente sobre los avances del proceso de actualización del tratado, en el marco del Mecanismo Consultivo de Diálogo.
“Estamos tratando de aprovechar de la mejor manera un mecanismo que ya se formalizó y que nos da más oportunidad de ser escuchados. (Buscamos) que nos transparenten la información; nosotros haremos las propuestas específicas de cómo nos miramos en ese proceso. Obviamente que se trata de un mecanismo de consulta”, aclara Becerra.
El Mecanismo Consultivo de Diálogo está compuesto por 15 representantes de cinco sectores de la sociedad civil mexicana: academia, ONG, sindicatos, empresarios y campesinos, y deriva de los cinco Foros de Diálogo de la Sociedad Civil con los gobiernos de México y la UE que han sido realizados desde 2002 en turnos en Bruselas y la Ciudad de México.
A las activistas se les pregunta si consideran que su participación en el proceso de renegociación del Acuerdo Global será la prueba de fuego del citado mecanismo, ya que mostrará en la práctica la voluntad real del gobierno mexicano de tomar en cuenta a la sociedad civil. La respuesta de Becerra es negativa, ya que, afirma, la razón de ser del mecanismo “va más allá” de la revisión del tratado y tiene que ver con los esfuerzos permanentes de la sociedad civil mexicana a ser considerada en la relación con la UE, a defender los derechos humanos en el ámbito comercial o a proponer espacios de diálogo como los foros.
Destaca que el mecanismo será el “vehículo” para hacer llegar a las autoridades su evaluación y propuestas en áreas de la relación bilateral, cuya información de base provendrá de sus “observatorios territoriales y temáticos” que operarían sistemáticamente en México: “(la organización) Comunidades Campesinas y Urbanas Solidarias con Alternativas (Comcausa) analizando lo que pasa con los proyectos eólicos, la Confederación Campesina Cardenista revisando la balanza comercial (con la UE), y otras organizaciones evaluando otros procesos de producción”, precisa Becerra.
–La interlocución con el gobierno mexicano ustedes la consideran buena y que está avanzando, pero respecto a la UE, ¿estiman que serán escuchados igual?
Responde Castañeda: “Antes del tercer Foro de Diálogo (celebrado el 13 y 14 de noviembre de 2008 en Bruselas) ese era un tema que estaba totalmente cerrado. Decían que ‘no’ a la creación de este mecanismo. (Ahora) ambos gobiernos lo han reconocido en la reunión del Comité Conjunto (llevado a cabo el 10 y 11 de junio pasados). Ahí, el gobierno mexicano nos presentó (a su contraparte de la UE) ya como un mecanismo (que) llevaba un reconocimiento formal.
Antier (9 de septiembre) sostuvimos una reunión con Maria Gotsi y otros funcionarios de la UE, que se realizó en el marco del mecanismo. Creemos que sí existe un compromiso de la UE, además de que existe una presión de nuestra parte”.
Becerra acota que, “con o sin mecanismo”, siempre ha habido un diálogo (de las organizaciones de la sociedad civil mexicana) con la Delegación (de la UE en México) y (con) la Comisión Europea, y menciona que tan es así que un fondo europeo de 200 mil euros les permitió “tener encuentros regionales, encuentros nacionales, venir al Foro (de Diálogo) de Bruselas (en octubre de 2012) con 20 mexicanos, venir a esta gira con siete mexicanos o (materializar) la publicación del libro” presentado en la fundación Heinrich Böll.
El corresponsal les comenta que, sin embargo, su contraparte oficial en la UE, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) –integrado por 353 miembros divididos en sector empresarial, obrero y actividades diversas– se había negado hasta ese día a reconocer el Mecanismo Consultivo de Diálogo, ya que no lo considera realmente representativo de la sociedad civil mexicana, pues argumenta que están ausentes las grandes centrales sindicales y empresariales, además de quejarse de nunca haber sido informado directamente de la negociación del mecanismo, lo que constituye, considera, una descortesía entre interlocutores.
El reconocimiento del CESE y el establecimiento de un diálogo formal con su contraparte mexicana son condiciones para avanzar en la instauración de un Mecanismo Consultivo Mixto, que sí podría integrarse al cuerpo del Acuerdo Global una vez que las autoridades de ambas partes así lo autoricen y lo institucionalicen.
Castañeda refiere que la “aspiración” de las organizaciones de la sociedad civil mexicana “siempre ha sido establecer un Mecanismo Consultivo Mixto”, y Becerra admite que, “con (el reconocimiento de) el CESE, el mecanismo tendría otro alcance”.
Becerra puntualiza: “Nosotros ya estamos reconocidos como órgano oficial de interlocución con nuestro gobierno para trabajar con ellos en el marco de la evolución del acuerdo” con la UE.
Y asevera: “en el documento del gobierno mexicano sobre el diseño del proyecto, que fue consensado con nosotros, se dice que (el mecanismo mexicano) se sustenta en el artículo 49 del acuerdo, que contempla la creación de Comités Especiales”, por lo que –afirma– el citado mecanismo “sí está amparado en el marco del acuerdo” y “está considerado como parte de él”.
–¿Entonces ustedes sostienen que sí es parte del acuerdo?
–Sí, sí está considerado como parte del acuerdo. Está enmarcado en el Acuerdo, dice Becerra.
Consultada por Apro, Maria Gotsi, funcionaria de la Unidad para México del Servicio Europeo de Acción Exterior, explica que el Mecanismo Consultivo de Diálogo que estableció la parte mexicana no forma parte del Acuerdo Global. Sostiene que el establecimiento del mecanismo mexicano “abre la posibilidad” de crear más adelante un Mecanismo Consultivo Mixto, que forzosamente debe incluir al CESE, que es la institución de la UE indicada para tal interlocución con la sociedad civil de México.
Expone que “la UE siempre ha expresado su posición a favor del mecanismo mexicano” y de “apoyar” su diálogo con el CESE, y así se lo han hecho saber también a los activistas mexicanos cada vez que los reciben. Refiere que el gobierno de México ha señalado que la creación del mecanismo mexicano corresponde a una “situación ad hoc”, por lo que se mantendrá mientras no acuerden un diálogo formal y un plan de trabajo con el CESE.
Gotsi explica que el artículo 49 del Acuerdo Global permite la creación de Comités Especiales que apoyen en la realización de sus tareas al Consejo Conjunto, el máximo órgano de decisión entre el gobierno de México y las autoridades de la UE. Pero, aclara, a diferencia de otros tratados que ha firmado la UE, el que suscribió con México no prevé nada sobre la consulta a la sociedad civil, pues además, recuerda, no existe un organismo semejante al CESE en México, como sí los hay en otras naciones latinoamericanas como Chile.
De cualquier forma, la funcionaria indica que, una vez que se pongan de acuerdo el CESE y las organizaciones mexicanas que forman el Mecanismo Consultivo de Diálogo, ambas deberán presentar al Consejo Conjunto una propuesta para constituir un Mecanismo Consultivo Mixto, y será esa autoridad la que deba autorizarlo y la que tendrá la última palabra en cuanto a su conformación y diseño.