BRUSELAS (apro).- Frente a la amenaza que ya representa el crimen organizado mexicano a la seguridad interna de algunos países europeos, el Consejo de la Unión Europea (UE) comenzó a mediados de noviembre a analizar si aprueba o no que Europol pacte con México un acuerdo de cooperación en materia de información policiaca.
Las autoridades mexicanas –de acuerdo con un documento de Europol al que tuvo acceso Apro– son sometidas a una meticulosa evaluación. En particular, Europol se refiere a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) –que el presidente electo Enrique Peña pretende desaparecer– y a la Procuraduría General de la República (PGR).
(Artículo publicado el 23 de noviembre de 2012 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO)
Ese mismo documento revela que mientras el presidente Felipe Calderón asegura en México que su estrategia está debilitando a los cárteles del narcotráfico, sus funcionarios declaran a los directivos de Europol que los capos están incrementando su presencia y actividad en los canales de distribución, incluyendo las rutas europeas, y que su fuerza es tal que representantes suyos están viajando a países europeos para posicionar a sus organizaciones delictivas en ese mercado.
Europol juzga que tal acuerdo con México actuaría a favor de sus “intereses operativos” y sería benéfico para los servicios de seguridad de los Estados asociados a la UE.
La justificación: ”La amenaza de los cárteles del crimen organizado provenientes de México representa una amenaza global y está alcanzando una creciente relevancia en la seguridad interna de la UE”.
El 4 de octubre pasado, la Junta de Gobierno de Europol –conformada por altos representantes de los gobiernos europeos y de la Comisión Europea– decidió respaldar la negociación de un acuerdo de cooperación con México que se enfocaría en la lucha contra el tráfico de drogas.
El mismo día, Europol envió una carta al secretariado del Consejo de la UE, el organismo en el que los 27 gobiernos nacionales de ese bloque continental decidirán si el director de Europol, Rob Wainwright, puede o no comenzar las negociaciones con México.
En esa comunicación –dirigida a Rafael Fernández-Pita y González, director general del Departamento de Justicia y Asuntos Internos del Consejo de la UE–, el presidente de la Junta de Gobierno de Europol, Rafal Lysakowski, solicitó al Consejo que incluyera en su agenda el tema del proceso de aprobación del acuerdo con México.
Posteriormente, el 22 de octubre, el Grupo de Trabajo en materia policiaca del Consejo de la UE recibió, además de la carta de Lysakowski, un “estudio de caso” con la información que motivó a Europol a recomendar la negociación de dicho acuerdo con México.
Joaquín Nogueroles García, el portavoz de la dirección general de Justicia y Asuntos Internos del Consejo de la UE, confirmó a este corresponsal que esa institución comenzará esta semana el análisis acerca del acuerdo de Europol con México; según los procedimientos de la UE, el Consejo tomará una decisión por mayoría cualificada después de efectuar consultas con el Parlamento Europeo.
“La decisión de que Europol inicie o no negociaciones con los mexicanos se adoptará en unos meses, aunque es muy difícil decir cuánto tardará este procedimiento”, precisó el funcionario.
Diagnóstico
En el documento titulado “Estudio de viabilidad del caso México” –cuya copia obtuvo Apro–, Europol expone los argumentos que presentó a su Junta de Gestión en torno a la pertinencia de formalizar la cooperación con las instituciones mexicanas de combate al crimen organizado.
En ese texto, fechado el 4 de abril último, la policía europea refiere que “la SSP y otras autoridades mexicanas han mostrado gran interés en cooperar” con ella. Sin embargo, advierte, “las agencias mexicanas de policía muestran una situación fragmentada, por lo que las intenciones mexicanas (de fortalecer la cooperación con Europol) tienen que ser evaluadas y valoradas con suma cautela”.
Hasta la fecha –señala Europol en ese estudio– únicamente sostiene intercambios de información con la SSP pero, una vez que exista un acuerdo de cooperación con México, la policía europea estima que también deberá sostener contacto con la PGR.
Europol teme verse involucrada en una situación de conflicto, ya que, subraya, “entre ambas corporaciones mexicanas existen fricciones”.
Europol también plantea en el documento que su “interacción” con las autoridades de México había sido “relativamente baja” hasta hace un año, cuando comenzaron a “surgir señales” de que el crimen organizado mexicano “podría estar apuntando hacia la UE”.
Europol refiere que en su último reporte “Evaluación de riesgos del crimen organizado en la UE” (publicado en abril de 2011) se reporta “un notable incremento del tráfico de cocaína de México hacia la zona suroeste de Europa (España y Portugal), y se alerta sobre un nuevo fenómeno: los narcotraficantes mexicanos están utilizando las rutas de trasiego de drogas hacia Europa para efectuar otros tipos de comercio ilegal, como el de especies en extinción.
No obstante, Europol no hace referencia a otro hallazgo interesante que menciona su reporte: la presunta vinculación entre “grupos latinoamericanos” que trafican cocaína a Europa cruzando la ruta africana y organizaciones terroristas islámicas activas en esa área, como Al Qaeda, Hezbollah y las guerrillas de liberación nacional.
El 20 de abril de 2011, este corresponsal solicitó por escrito una entrevista con un funcionario de Europol para abundar en los detalles de esa y otras informaciones relativas al narcotráfico mexicano. Casi un mes después, el 16 de mayo, Soren Pedersen, el vocero de Europol, respondió que “no estaban disponibles para alguna entrevista en relación con ese tema”.
Doble discurso
A partir de que el Consejo de la UE otorgó a México el estatus de “asociado estratégico” en octubre de 2008, las autoridades mexicanas –lanzadas de lleno en su guerra contra el narcotráfico– emprendieron una campaña de acercamiento con Europol.
En el Plan Ejecutivo de la Asociación Estratégica, divulgado en mayo de 2010, uno de sus puntos promueve el establecimiento “de contactos y de actividades de cooperación entre las autoridades mexicanas y Europol, incluyendo participación en seminarios, entrenamientos y sesiones de información”.
Desde entonces, altos funcionarios mexicanos sostuvieron encuentros con directivos de Europol, a quienes insistieron sobre la alta peligrosidad del crimen organizado mexicano.
La mencionada documentación de Europol revela que el 19 de mayo de 2011 –poco después de la publicación de su evaluación de riesgos–, Facundo Rosas, el entonces comisionado general de la Policía Federal de México (adscrita a la SSP), visitó Europol.
Rosas solicitó que la oficina de Europol en Washington identificara áreas de cooperación con México, y que fuera esa misma la que captara la información oficial relacionada con las operaciones del crimen organizado mexicano en Europa.
El documento refiere otra reunión, el 8 de diciembre de 2011, entre la embajadora mexicana ante la UE, Sandra Fuentes-Beráin, y Wainwright, el director de Europol, y una más entre expertos del Departamento de Operaciones de Europol con funcionarios de la SSP, la cual tuvo lugar en la Ciudad de México en marzo de este año.
El reporte de Europol menciona que en sus discusiones con ”las autoridades mexicanas, éstas explicaron que los cárteles (mexicanos) están incrementando su actividad a lo largo de los canales de distribución”, y que existe “evidencia de que sostienen contactos directos con las fuentes de producción, incluyendo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)” con el objetivo de sacar del negocio a los cárteles colombianos.
Los funcionarios mexicanos también informaron a Europol que “los cárteles del país ya controlan la distribución de estupefacientes hacia Estados Unidos y que ahora están volteando su atención hacia los mercados de la UE”, y una prueba de lo anterior es que “un creciente número de incautaciones en puertos del sur de México tenían como destino final la UE”.
Dijeron igualmente que los narcotraficantes mexicanos podrían aprovechar las rutas abiertas hacia Europa para introducir también heroína, cuyo tráfico están incrementando en Estados Unidos.
Más aún: funcionarios de la SSP advirtieron a Europol que “existe evidencia de que hay un desplazamiento permanente de representantes de los cárteles mexicanos en varios países de la UE”, y señalaron a Italia y España en concreto.
Esas mismas fuentes confirmaron a la policía europea que está en marcha una operación relacionada con los ”vínculos directos” que mantiene el narcotráfico mexicano y la organización mafiosa italiana ‘Ndrangheta; la SSP aseguró que la relación es tan fluida entre ambos grupos criminales que un representante de esa organización italiana ya viajó a México.
A finales de 2011, Europol emitió una alerta de “Exploración, análisis y notificación de nueva amenaza del crimen organizado relativa a México” (SCAN Threat Notice en inglés). Tal documento tenía por objetivo “evaluar a las organizaciones criminales mexicanas involucradas en el tráfico de cocaína”, “definir el cuadro de inteligencia” sobre las actividades” de dichos grupos, así como “su dimensión geográfica”, y “emitir recomendaciones basadas en resultados concretos que faciliten el establecimiento de medidas e investigaciones efectivas”.
El análisis se efectúa en cooperación con las agencias de seguridad de los Estados miembros de la UE, Estados Unidos, la Policía Nacional de Colombia y la Comunidad de Policías de América (Ameripol).
El presidente de esta última instancia policiaca regional es el general colombiano –y asesor en materia de seguridad de Enrique Peña Nieto– Óscar Naranjo, y el secretario general es Maribel Cervantes Guerrero, quien sustituyó a Facundo Rosas en la Policía Federal. Hasta ahora, Colombia es el único país latinoamericano que cuenta con un acuerdo de cooperación con Europol.