BRUSELAS (apro).- El 28 de octubre anterior, el periodista griego Kostas Vaxevanis estaba siendo entrevistado en vivo en una radio nacional cuando, súbitamente, cambió de tema para alertar a los radioescuchas de que la policía estaba entrando en ese momento a su casa.
“Agentes de la policía están irrumpiendo en mi domicilio. Me dicen que voy a ser arrestado”, advirtió en la radio.
Enseguida tuiteó: “Justo ahora están entrando a mi casa con un funcionario del Ministerio Público. Seré detenido. Corran la voz”.
(Artículo publicado el 2 de noviembre de 2012 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO)
La extraordinaria forma en que fue detenido Vaxevanis asombró a la opinión pública griega: un MP emitió una orden de arresto en una modalidad exprés, la cual permite iniciar el proceso del sospechoso dentro de las 48 horas que siguen a su detención.
La propia Barra de Abogados de Atenas expresó en una declaración pública, divulgada el 30 de octubre, su “sorpresa” por el arresto “proverbialmente rápido” del periodista de investigación.
Vaxevanis fue liberado el mismo día, en medio de una cascada de protestas de organizaciones de abogados, periodistas y defensores de derechos humanos y la libertad de expresión.
Su juicio, programado al siguiente día, el lunes 29 de octubre, fue pospuesto para el jueves 1 de noviembre, cuando finalmente un juez lo absolvió de los cargos que se le imputaban.
Vaxevanis es dueño y editor de la revista Hot Doc, una publicación conocida por sus reportajes de investigación. En su edición del 27 de octubre, Vaxevanis estalló una bomba noticiosa: publicó la lista de 2 mil 59 griegos con cuentas en el banco HSBC de Ginebra, Suiza, que podrían estar evadiendo impuestos en su país.
La noticia removió las entrañas de una nación sometida a una dramática crisis económica, cuyo origen, en parte, tiene que ver con una masiva evasión fiscal.
De hecho, los legisladores locales discuten un nuevo recorte de 14 mil millones de euros del presupuesto público, que empobrecerá aún más a los ciudadanos griegos.
En ese contexto, entre los probables evasores fiscales del Estado griego que revela la revista de Vaxevanis se encuentran políticos y miembros del gobierno –uno de ellos un actual consejero del primer ministro Antonis Samaras–, así como empresarios, oligarcas, actrices o periodistas.
El periodista fue acusado de divulgar ilegalmente informaciones personales.
Lista Lagarde
La historia data de hace casi cuatro años. El 20 de enero de 2009, la policía francesa allanó el domicilio de Herve Falciani, un antiguo técnico en informática de la sede del banco HSBC en Ginebra, Suiza.
El gobierno suizo acusaba a Falciani –nacido en 1974 en Mónaco y con nacionalidad francesa e italiana— de haber robado miles de nombres de clientes del banco e intentarlos vender a varios países.
La policía de Francia halló en el material informático confiscado a Falciani archivos sobre más de 130 mil posibles evasores fiscales con cuentas en el mencionado banco en Suiza.
El gobierno francés investigó esos nombres e invitó a los infractores a regularizar su situación fiscal en el país, lo que permitió al Estado galo recuperar impuestos por mil 200 millones de euros.
En esa época, la ministra de Finanzas francesa era Christine Lagarde, la actual directora del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A mediados de 2010, los servicios de inteligencia de Francia, a través de su Dirección General para la Seguridad Exterior, informaron al gobierno de Atenas que había muchos nombres griegos en los archivos de Falciani.
El entonces ministro griego de Finanzas, George Papaconstantinou, pidió a Lagarde que le transmitiera la información. Así sucedió: la ministra francesa hizo llegar a su contraparte helénica, bajo los confidenciales canales de la diplomacia, una lista con más de 2 mil nombres en un disco compacto sin etiquetados, que se convirtió en la famosa “lista Lagarde”.
Vaxevanis asegura que la lista que publicó su revista es la que entregó Lagarde al gobierno de su país hace dos años, y que él obtuvo dentro de una llave USB.
No obstante, a diferencia de la lista original francesa, la de Hot Doc no ofrece montos ni fechas de depósito, por lo que la autoridad fiscal griega sospecha que no es la misma lista o es una nueva pero ya “depurada”.
En todo caso, Papaconstantinou asegura que cuando era ministro de Finanzas él se reunió con los expertos de la Unidad de Crímenes Financieros y Económicos (SDOE, por sus siglas en griego) y les pidió realizar una “investigación completa” de al menos 20 nombres del listado con grandes montos en Ginebra, pero que al dejar el cargo ya no supo nada.
También aseguró a una comisión de investigación del Parlamento griego que el indiscreto CD francés se había quedado en el ministerio y que, a mediados de 2011, antes de que dejara el puesto, él mismo lo entregó a los nuevos responsables de la SDOE.
Incluso, el exministro fue más lejos en su deslinde de responsabilidades. Según declaraciones citadas por el diario británico The Guardian el 31 de octubre último, Papaconstantinou llegó a plantear que a la SDOE le dio miedo meterse con la poderosa gente enlistada por Lagarde “sin contar previamente con instrucciones políticas claras de actuar y una manera de cubrirse”.
De hecho, mencionó que las cuentas de la lista Lagarde representaban un monto de mil 500 millones de euros, una cantidad “que no es insignificante, pero que comparada con otras listas (de evasores fiscales griegos) no es el tesoro enterrado que todo mundo busca”, minimizó.
La increíble historia del paradero del CD no termina ahí. El socialista Evangelos Venizelos, quien sucedió a Papaconstantnou, supuestamente transmitió la lista Lagarde al nuevo gobierno de Antonis Samaras, que al parecer no sabe dónde quedó el original.
El caso es que en dos años la lista no ameritó ninguna investigación por parte de los sucesivos gobiernos, los que también callaron que había políticos dentro de ella.
Periodismo agredido
En una entrevista televisiva posterior a su arresto, Vaxevanis lamentó que, “en lugar de arrestar a los evasores fiscales y a los ministros que tuvieron el listado en sus manos, las autoridades prefieren arrestar la verdad y al periodismo libre”.
En otro video transmitido por la agencia de noticias Reuters, Vaxevanis clama que “si alguien tiene que rendir cuentas ante la ley, son aquellos ministros que ocultaron la lista, la extraviaron y dicen que nunca existió. Soy periodista y yo sólo hice mi trabajo (al publicar la lista)”.
Al respecto, el editor de Hot Doc recordó al diario griego Kathimerini que “periodismo es revelar la verdad que otros quieren ocultar. Todo lo demás son relaciones públicas”.
En su edición del 2 de noviembre, el diario International Herald Tribune narró la sesión ocurrida el jueves 1 en una pequeña Corte de Atenas.
Vaxevanis –refiere el periódico– defendió frente al juez su decisión de publicar la lista bajo el argumento de que “el sistema político griego ha estado ocultando la verdad por mucho tiempo”.
El periodista mencionó que “los griegos conocen desde hace dos años que existe una lista de personas ricas que son intocables, mientras que el pueblo está sufriendo recortes”.
Un momento agitado –relata el rotativo– tuvo lugar cuando pasó a declarar a favor de Vaxevanis un periodista británico, cuyo nombre no es citado. La persona que traducía del idioma inglés al griego, y que era un empleado del tribunal, no hacía su trabajo correctamente, lo que acarreó las vivas protestas de los asistentes y del abogado defensor. El escándalo obligó al juez a llamar al orden.
El fiscal, Iraklis Pasalidis, decidió no convocar a testigos que declararan contra Vaxevanis: presentó al juez una lista en blanco.
De hecho, el proceso había sido pospuesto para el jueves 1, con el fin de que los individuos afectados por la publicación de la lista pudieran acudir al tribunal como testigos contra el periodista. No sólo ninguno se presentó, sino que además ninguno ha levantado una demanda por difamación en su contra.
Pasalidis, el MP, exigió ante la Corte que se declarara culpable al periodista por haber llamado al linchamiento de personas inocentes: “¡Esos son los culpables, agárrenlos y crucifíquenlos! ¿Es esta una solución a los problemas del país? ¿El canibalismo?”.
Vaxevanis, continúa la nota del diario, citó el caso del millonario expresidente de Proton Bank, Lavrentis Lavrentiadis, quien aparece en el listado publicado por Hot Doc. Ese banco recibió un préstamo de 100 millones de euros con la ayuda del antiguo ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, a quien un fiscal de temas financieros ha pedido investigar –junto con George Papaconstantinou, otro exministro de finanzas– si solicitó a las autoridades fiscales no hacer nada en relación con los individuos de la lista.
Los abogados de Vaxevanis alegaron que el derecho de la sociedad griega a saber acerca de una potencial evasión de impuestos estaba por encima de la privacidad de los datos bancarios.
Finalmente se impuso ese razonamiento.