La participación de la sociedad civil en las relaciones entre México y la Unión Europea se redujo a un “mecanismo consultivo” sin validez jurídica, toda vez que éste no se incorporó al acuerdo global que México y Bruselas firmaron en 1997, afirma el experto Luis Antonio Huacuja. El próximo gobierno federal, dice, no está obligado a tomar en cuenta las recomendaciones que las ONG mexicanas y europeas puedan hacer en torno al acuerdo bilateral e incluso puede desconocer la existencia misma de ese mecanismo consultivo.
(Artículo publicado en la edición del 28 de octubre de 2012 de la revista PROCESO)
(LEER POSTERIORMENTE LA CARTA DE PARTICPANTES DE V FORO Y LA RESPUESTA DEL REPORTERO; ENSEGUIDA, EL ARTÍCULO “UN MECANISMO MEXICANO ‘SIN VALIDEZ JURÍDICA'”, UNA ENTREVISTA A JOSÉ MARÍA ZUFIAUR, DEL CESE)
BRUSELAS.- Tras 10 años de negociaciones –y a unas cuantas semanas de que termine la administración de Felipe Calderón– la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) anunció que instalará un cuerpo colegiado de representantes de la sociedad civil mexicana, llamado oficialmente Mecanismo Consultivo, que podrá plantearle al gobierno recomendaciones en su relación con la Unión Europea (UE).
Presentado en el V Foro de Diálogo entre la Sociedad Civil y las Autoridades de México y la UE –el jueves 25 y el viernes 26 en esta capital– el citado mecanismo carece de validez jurídica, ya que no está incorporado al contenido del acuerdo global entre México y la UE, como lo proponían las organizaciones no gubernamentales. En consecuencia el gobierno de Enrique Peña Nieto no estará obligado legalmente a mantenerlo.
“Es pura vacilada ese mecanismo”, expone el profesor Luis Antonio Huacuja, director del Programa de Estudios Superiores sobre la Unión Europea de la UNAM.
Agrega: “Lo que quería el gobierno de Calderón era llegar con algo a este foro para poder decir luego que cumplió con la sociedad civil y presumir el mecanismo como un logro de su administración”.
Huacuja explica que el artículo 49 del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación (Acuerdo Global) entre México y la UE –firmado en 1997 y que entró en vigor en 2000– estipula que el Consejo Conjunto –el máximo órgano de decisión de las autoridades de ambas partes del acuerdo– puede crear comités especiales que ayuden en la realización de sus tareas.
“Estos comités especiales, que integran funcionarios, ya existen en la relación bilateral. Los hay en temas aduaneros o de compras públicas y están reconocidos jurídicamente y financiados por las autoridades de la UE y México, porque forman parte del cuerpo del acuerdo. A eso debemos aspirar: A un comité especial donde se canalicen las sugerencias de la sociedad civil”, explica Huacuja.
Aun así, el director general de Vinculación con Organizaciones Sociales de la SRE, Miguel Díaz Reynoso, ensalzó el mecanismo y hasta lo calificó de “histórico” durante la sesión de apertura de los trabajos del foro.
Cuestionado por el corresponsal acerca de la validez jurídica del mecanismo, Díaz respondió: “Pues ahí está en las noticias, ahí está en la tele, lo subimos a la página de internet de la secretaría”.
–¿Pero cuál es su marco jurídico? –se le insistió.
–En el acto de inauguración del foro hice que se pusieran de pie las personas que iban a formar el mecanismo para que vean que existe. Esos son nuestros usos y costumbres.
Hasta la noche del jueves 25 la página en internet de la SRE no disponía de una versión final del documento de instalación del mecanismo consultivo y sólo ofrecía un borrador lleno de párrafos y enunciados por corregir.
Improvisación
Norma Castañeda y Laura Becerra, integrantes de la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo (ALOP) y de DECA-Equipo Pueblo, respectivamente, estiman que la instalación del mecanismo es resultado de la lucha de las organizaciones de la sociedad civil mexicana ante la resistencia gubernamental a su participación en el acuerdo con la UE.
Mencionaron que todavía falta discutir con el actual o el próximo gobierno de Peña Nieto la agenda, estructura y reglamento del mecanismo.
No obstante Huacuja teme que suceda lo mismo que con la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo del gobierno mexicano, que fue decretada en abril de 2011 y aún no está vigente. “Si esa ley, que es prioritaria, pende todavía de un hilo, hay que imaginarse lo que le espera a este mecanismo”, comenta.
Eso no es todo: El gobierno calderonista no actuó con transparencia durante el proceso. A partir de enero de 2010 –acusa Huacuja– la cancillería dejó de convocar a reuniones abiertas con los representantes de la sociedad civil mexicana. “Díaz Reynoso sostuvo pláticas específicamente con el grupo del proyecto, sin la convocatoria pública que era obligatoria”, expone.
Desde marzo pasado la SRE disponía del documento de proyecto del mecanismo. “Pero no hizo nada. A Díaz no le importó informarnos. Después nos dijo que no pudo hacerlo porque se lo prohibía la supuesta veda electoral, lo cual fue falso porque la convocatoria para el servicio exterior mexicano tuvo lugar en junio, durante ese periodo”.
La selección de los representantes del mecanismo fue exprés. Una noche antes del comienzo del foro se definieron los del sector académico, por ejemplo, aunque lo hicieron bajo protesta por la falta de un procedimiento abierto y democrático.
El cuerpo colegiado que establece el mecanismo está compuesto por 15 miembros de organizaciones que representan a cinco sectores, incluidas algunas vinculadas con el antiguo régimen priista.
Hubo representantes de ONG, del sector campesino, del sector sindical, del académico y del empresarial.
Cerrazón europea
Desde el primer foro, en noviembre de 2002 en Bruselas, las organizaciones de la sociedad civil de México y Europa propusieron la instauración de un Comité Consultivo Mixto con reconocimiento institucional y cuyas observaciones tuvieran carácter vinculante en la toma de decisiones del referido Consejo Conjunto del acuerdo bilateral.
Según los tratados de la UE, su sociedad civil está representada por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) fundado en 1957 e integrado por 344 miembros de los 27 países de la UE en tres sectores: empresarial, sindical y el de “intereses varios” (desde asociaciones de consumidores o de ingenieros, hasta federaciones de estudiantes o grupos contra el cáncer).
Sin embargo en el CESE dominan las agrupaciones de agricultores y están ausentes las de derechos humanos.
En el IV foro –en la Ciudad de México en octubre de 2010– el CESE impuso su representación exclusiva del lado europeo. Las ONG europeas que habían impulsado activamente el Comité Consultivo Mixto –que no pertenecían al CESE– decidieron no asistir.
La Iniciativa de Copenhague para México y América Central (CIFCA) fue la plataforma de las ONG europeas más activa y crítica desde el foro de 2002. Su actual secretaria ejecutiva, la sueca Susanna Daag, admite que “no han obtenido resultados positivos” y advierte que continuarán participando en los foros “pero ya no como actores protagónicos”.
El pasado 21 de marzo tuvo lugar una reunión del Comité de Seguimiento para Latinoamérica del CESE, al cual asistió María Gotsi, funcionaria de la unidad para México del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
De acuerdo con las minutas de ese encuentro –a las que accedió este corresponsal– Gotsi explicó al comité que en el IV foro se había propuesto el establecimiento de un “mecanismo transicional” de participación de la sociedad civil. Confirmó que la disposición de ese mecanismo lo permiten los artículos 45 y 49 del Acuerdo Global entre México y la UE.
A través de ese mecanismo, señaló, se crearía un “grupo mixto” formado por representantes de la sociedad civil mexicana y del CESE por el lado europeo. Sin embargo, según la propuesta, el CESE tendría que ceder la mitad de los representantes de su tercer sector (“intereses varios”) a las ONG europeas como la CIFCA.
Gotsi subrayó que el SEAE respaldaba ese sistema, que podría servir, dijo, “como un paso informal hacia la conformación de un Comité Consultivo Mixto con la sociedad civil en el contexto del acuerdo México-UE”, como lo exigían las ONG de ambas partes en un principio.
Pero los integrantes del comité rechazaron incluir a las ONG europeas en el mecanismo porque, argumentaron, ello “socavaría la representatividad” del CESE y en especial la de su tercer sector.
Además consideraron que no era necesario, ya que, recalcaron a Gotsi, las organizaciones mexicanas ya habían decidido apoyar la instalación de un mecanismo propio que quedaría jurídicamente “fuera del marco del acuerdo” bilateral y cuyo interlocutor europeo sería el CESE sin el componente de las ONG europeas.
No obstante, al término de la primera jornada del V foro, José María Zufiaur, miembro del CESE, advirtió que su organización aún tendría que analizar si aceptaba o no como interlocutor mexicano al recién anunciado Mecanismo Consultivo.
Argumentó que habían sido informados de su existencia a último momento: el jueves 18 y por medio de un tercero.
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(PUBLICADO EN LA SECCIÓN PALABRA DE LECTOR DE LA EDICIÓN DEL 4 DE NOVIEMBRE DE 2012 DE LA REVISTA PROCESO)
ACERCA DE UN MECANISMO “DE VACILADA”
De participantes en el V Foro
Señor director,
En relación a la nota aparecida en Proceso 1878, del 28 de octubre, titulada Un mecanismo “de vacilada”, firmada por el reportero Marco Appel, nos permitimos hacer algunas consideraciones y precisiones sobre lo ocurrido en el V Foro de Diálogo, en razón del derecho de réplica.
1. Las y los participantes de diversas organizaciones de la sociedad civil e instituciones de gobierno en el V Foro afirmamos que en su desarrollo se abordaron temas relevantes que no están reflejados en la nota de Proceso, que son parte de los componentes del Acuerdo Global México-Unión Europea, y que fueron evaluados a más de 10 años de establecido el Acuerdo. Por tanto, hablamos de la cooperación para el desarrollo, el diálogo político, el papel de las inversiones y las empresas trasnacionales, los derechos humanos, las relaciones comerciales y la participación social.
2. En ese sentido, la nota no da cuenta del enorme esfuerzo de deliberación, tolerancia y negociación de 10 años que empeñaron organizaciones mexicanas preocupadas por mejorar los niveles de participación no gubernamental en los encuentros con la contraparte europea.
3. Las presentaciones y propuestas de las organizaciones civiles-sociales fueron producto de procesos previos de deliberación entre las organizaciones y, en algunos casos, con el gobierno federal. En Bruselas hubo una reunión previa de la Delegación Mexicana en la Embajada para identificar y expresar en el Foro posiciones comunes, como la formalización del Mecanismo Consultivo.
4. El llamado Mecanismo Consultivo fue acordado y aceptado primero por las organizaciones sociales y civiles mexicanas y por la contraparte europea, el CESE, en el IV Foro, y posteriormente por los gobiernos europeo y mexicano, en la respuesta conjunta a las recomendaciones de la sociedad civil presentadas en dicho Foro, realizado en México en octubre de 2010. Su marco legal está en las comunicaciones públicas de los gobiernos, y su presentación al próximo Comité Conjunto, como un compromiso atendido y en proceso de desarrollo a partir de un programa de trabajo. Es un mecanismo de diálogo, participación y consulta. Hasta ahora el mecanismo está convenido como uno que hace recomendaciones a los gobiernos y que no es vinculante.
5. Las organizaciones del Grupo Promotor que dan seguimiento y evalúan el Acuerdo Global, y otras interesadas en el Mecanismo, participaron en su diseño y gestión. Es una primera aproximación a lo que aspiran a tener las organizaciones de la sociedad civil, en términos de sus alcances y atribuciones, pero se considera un paso en la construcción de un sujeto social que sea contraparte de los europeos.
6. Las y los participantes en el V Foro de Bruselas manifestaron con libertad sus puntos de vista, aun siendo diferentes o críticos respecto al gobierno federal o las empresas europeas que operan en México. Manifestaron su preocupación por la crisis que afecta a los dos partes, y por sus impactos en los derechos humanos.
7. Las conclusiones y recomendaciones del V Foro, entre ellas la integración de la parte mexicana del Mecanismo Consultivo, serán presentadas al próximo Comité Conjunto de los Gobiernos, a celebrarse al inicio del próximo año para su ratificación, pues había sido apoyado en el IV Foro.
8. Estamos abriendo una nueva etapa del proceso de diálogo en el marco de las relaciones México-Unión Europea, y esperamos muy pronto estar dando cuenta de los avances de la implementación del Mecanismo con un reglamento y plan de trabajo que tendría que ser reconocido por el nuevo gobierno y el CESE.
Atentamente
Participantes en el V Foro:
Por el Consejo Coordinador Empresarial, Luis Miguel Pando; por la Secretaría de Relaciones Exteriores, Miguel Díaz Reynoso; y por el Grupo Promotor del Mecanismo: Codiac, Mateo Lejarza; STUNAM, José Olvera; Central Campesina Cardenista, Max Correa; ALOP, Norma Castañeda, y Equipo Pueblo, Laura Becerra Pozos (responsable de la publicación).
Respuesta del reportero
Señor director:
El reportaje de referencia destacó lo que, a nuestro juicio, era lo más destacable periodísticamente: el peso legal del Mecanismo Consultivo acordado entre la SRE y diversas organizaciones de la sociedad civil.
Al respecto, como claramente se asienta en el texto, fue el profesor Luis Antonio Huacuja quien advirtió que el Mecanismo Consultivo “carece de validez jurídica, ya que no está incorporado al contenido del acuerdo global entre México y la UE”. Además de que las observaciones de la carta no desmienten el análisis del profesor Huacuja.
Por último, permítaseme reconocer, eso sí, dos errores: uno, que atribuí al profesor Huacuja una mención de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo, cuando en realidad se refería a la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo; y otro, el señalamiento de que la SRE dejó de convocar a reuniones abiertas con la sociedad civil a partir de enero de 2010, aunque esto ocurre desde enero de 2012.
Atentamente
Marco Appel
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UN MECANISMO MEXICANO “SIN VALIDEZ JURÍDICA”
BRUSELAS (apro).- El Comité Económico y Social Europeo (CESE) sólo reconocerá el recién presentado Mecanismo Consultivo de la sociedad civil mexicana hasta que, entre otras condiciones, éste obtenga validez jurídica en el marco del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea (UE).
Así lo comunicó a Apro el español José María Zufiaur Narvaiza, consejero del CESE y miembro del Comité de seguimiento para América Latina de la misma institución.
(Artículo publicado el 21 de diciembre de 2012 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO)
(VER ARTíCULO TITULADO “UN MECANISMO ‘DE VACILADA’”, PUBLICADO EL 28 DE OCTUBRE DE 2012)
Durante el pasado V Foro de Diálogo entre la Sociedad Civil y las Autoridades de México y la UE, celebrado en Bruselas los días 25 y 26 de octubre, el director general de Vinculación con Organizaciones Sociales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Miguel Díaz Reynoso, anunció la instalación de un cuerpo colegiado de 15 representantes de la sociedad civil mexicana (bautizado como Mecanismo Consultivo), ello después de 10 años de negociaciones.
Dicho cuerpo colegiado –cuyo reglamento no existe aún— está facultado para presentar recomendaciones no vinculantes a las autoridades mexicanas en su relación con la UE. Su interlocutor europeo es el CESE, que con 344 miembros representa a la sociedad civil de los actuales 27 Estados miembros que forman esa comunidad.
El CESE forma parte del sistema orgánico de la UE desde 1957, goza de carácter consultivo y su presupuesto depende del comunitario. A esta institución pertenecen las grandes federaciones sindicales, patronales y civiles de la región y cuenta con una sede en la misma zona que los demás organismos comunitarios.
Su importancia radica en que los tratados de funcionamiento de la UE le confieren la representación exclusiva de la sociedad civil europea con las de otras de países con los que el bloque sostiene acuerdos de libre comercio.
Zufiaur refiere que el mecanismo mexicano presentado por la SRE despierta muchas interrogantes al CESE: no cuenta con validez jurídica y no es parte del Acuerdo Global bilateral, además de que el lado mexicano no consultó a su contraparte europea para configurar instancias similares y vías de diálogo que les permitan construir posicionamientos comunes frente a la autoridad.
El profesor Luis Antonio Huacuja, director del Programa de Estudios Superiores sobre la UE de la UNAM y uno de los asistentes al foro, incluso calificó como una “vacilada” al mecanismo, el cual fue anunciado sin que existiera un documento terminado de su funcionamiento y sin que muchos de los representantes de la sociedad civil hubieran sido nominados (Proceso 1878).
Zufiaur advirtió en la sesión del 25 de octubre del mencionado foro que su organización tenía que analizar el mecanismo antes de reconocerlo, lo cual desencadenó la molestia pública de Díaz Reynoso y muchos de los asistentes mexicanos, que lo acusaron, entre otras cosas, de no valorar el “esfuerzo mexicano”.
El pasado 20 de noviembre se reunió el Comité de Seguimiento para América Latina del CESE. Antes de reconocer una contraparte, relata Zufiaur en relación con ese encuentro, “nosotros insistimos en la conveniencia de realizar en Bruselas un seminario con las grandes organizaciones representativas de la sociedad civil mexicana” para discutir sobre el mecanismo que establecieron.
Desde hace dos años el CESE propuso realizar esas reuniones de coordinación con sus interlocutores mexicanos de la sociedad civil y el gobierno, expone Zufiaur.
Debido a ese antecedente, lamentó que ninguna autoridad mexicana ni las organizaciones que conforman el nuevo mecanismo se hayan tomado hasta ahora la molestia de transmitir oficialmente al CESE el documento de su conformación.
Dice: “No hemos recibido formalmente el documento del mecanismo. No nos la ha enviado ni la embajada ni el gobierno, ni la Secretaría de Relaciones Exteriores. Nadie.”
Zufiaur comenta que él tuvo acceso a un borrador del documento del mecanismo, uno fechado el 17 de octubre (una semana antes de su presentación formal en Bruselas), y fue a través de otra persona, a la que una ONG se lo había dado. Eso fue en una reunión en Rosario, Argentina. El CESE, asegura Zufiaur, ni siquiera tenía conocimiento de que se estuviera elaborando ese mecanismo.
“Si pretendemos construir una cuestión conjunta, lo lógico es que hubiéramos tenido al menos una información al respecto”, manifiesta Zufiaur.
Pero por el contrario, añade, “sorpresivamente nos encontramos con la presentación (en el foro) de un documento que desconocíamos”.
Más todavía porque su contraparte mexicana, explica, se había “negado rotundamente” a crear un organismo conjunto de esa naturaleza durante el tercer foro celebrado en Bruselas el 13 y 14 de noviembre de 2008.
“Esa ocasión –relata– el sector mexicano dominado por las ONG nos hicieron críticas muy fuertes porque planteábamos desde el CESE un Comité Consultivo Mixto y no únicamente el foro.”
En todo caso, la propuesta del CESE de realizar un seminario de coordinación, agrega Zufiaur, ya había sido aceptada por las organizaciones mexicanas en una reunión en Madrid. La embajadora Sandra Fuentes-Beráin prometió, incluso, interceder para que el gobierno mexicano lo financiara. Pero no ocurrió nada, menciona.
“El seminario que proponemos –dice– serviría para debatir el mecanismo y aclarar qué quiere decir, ya que en nuestra opinión hay elementos que son vagos.”
–¿Cómo cuáles? –se le pregunta.
–Si realmente se está planteando un Comité Consultivo Mixto institucionalizado dentro del Acuerdo Global o no. Mi interpretación es que no. Yo se lo pregunté al señor Díaz Reynoso y me respondió que no era un Comité Consultivo Mixto dentro del acuerdo.
“A nosotros nos parece fundamental que sea un mecanismo institucional, representativo y reconocido dentro del Acuerdo Global, que lo permite perfectamente el artículo 49 del mismo”, asegura el delegado del CESE.
Otro de los asuntos que tendría que discutirse en ese seminario es la correcta “articulación” de ambas instancias: el CESE está estructurado en tres sectores (empresarial, sindical y “tercer sector” o grupos civiles), en tanto que el mexicano se organizó en cinco (empresarial, sindical, académico, ONG y campesino).
Una vez que alcancen un consenso, el CESE y los representantes de la sociedad civil mexicana podrían anunciar a las autoridades de la UE y del nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto la constitución de una instancia conjunta y negociar con ellas un compromiso.
En todo caso, señala Zufiaur, ese grupo bilateral de enlace de la sociedad civil tendría que ser reducido, como sucede con el CESE en otros casos, por ejemplo, 12 con Chile y 15 con China por cada parte.
“Sólo así –advierte– podríamos trabajar colectivamente, además de que nos preocupa la cuestión de la financiación: nosotros podemos financiarnos con el presupuesto general (de la UE), pero la contraparte debe tener también sus propios recursos económicos, ya que nosotros no podemos financiarla.”
El mecanismo consultivo mexicano no prevé ninguna fuente de financiamiento por parte de las autoridades.
El CESE envió oficialmente a la Comisión Europea, por escrito, la propuesta de realizar el seminario con los mexicanos. La misma comunicación se planeaba transmitir al gobierno de Peña Nieto y a las principales organizaciones sindicales, patronales y civiles de México.
Zufiaur expone que el seminario deberá tener lugar dentro de los próximos seis meses o de lo contrario se complicará su celebración.
“La idea es recomenzar y terminar dentro de ese periodo las consultas entre nosotros y con los gobiernos de la UE y de México. Y es que el mecanismo se presentó de una manera precipitada: se firmó siete días antes del foro, se quería respaldar sin que nosotros tuviéramos conocimiento de la misma, sin que hubiéramos tenido la oportunidad de discutir con la parte mexicana, y en vísperas de que hubiera un cambio de gobierno en México”.
–¿Y si la parte mexicana insiste en conservar su mecanismo tal como está presentado?
–Tendríamos grandes dificultades para trabajar juntos, y sobre todo tendríamos primero que aclarar la cuestión principal: si están realmente hablando o no de un mecanismo que está dentro del acuerdo bilateral entre México y la UE.