BRUSELAS.- El presupuesto del Parlamento Europeo aumentó casi 20% en los últimos dos años, lo cual difiere con los recortes públicos y las medidas de extrema austeridad que preconizan los gobiernos de la Unión Europea (UE) para tratar de salir de la dura crisis económica que azota a la región.
Tan sólo este año, el presupuesto del Parlamento Europeo –la única institución de la UE cuyos miembros son electos por el voto ciudadano– fue de unos mil 690 millones de euros, lo que representa un incremento de 18.1% respecto de 2009.
Ese monto es necesario para cubrir los altos costos que supone mantener las sedes europarlamentarias en Estrasburgo, Francia, y en Bruselas, Bélgica, así como los salarios de 735 eurodiputados, de los funcionarios del secretariado y del personal administrativo que ocupa oficinas en Bruselas, Luxemburgo y en los 27 Estados asociados a la UE.
“El 26 de septiembre pasado, la Mesa de Dirección reglamentaria del Parlamento Europeo (compuesta por el presidente de la institución, 14 vicepresidentes y cinco cuestores) acordaron que someterían propuestas al Comité de Presupuesto con la finalidad de recortar 25.1 millones de euros en gastos. Pero esta cifra equivale apenas a 1.48% del presupuesto total del Parlamento Europeo”, señala un informe de los eurodiputados del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, Geoffrey Van Orden, de Gran Bretaña, y Derk Jan Eppink, de Bélgica, publicado el 12 de octubre último por la fundación New Direction, ubicada en Bruselas.
“Pero al mismo tiempo que se quiere ahorrar –añaden los eurodiputados en su informe–, la Mesa de Dirección decidió comprar y renovar todavía más edificios para alojar a sus funcionarios, para lo que gastó 15.9 millones de euros, así como reorganizar los espacios de oficinas de los eurodiputados, lo que costó 30 millones de euros más”.
Más todavía: a pesar de la crisis económica, el Parlamento Europeo votó el 24 de marzo pasado un aumento presupuestal de 2.3% para el ejercicio 2012, con lo que dispondrá de mil 725 millones de euros. Si no hay modificaciones, ello supondría un incremento de 20.8% de su presupuesto en relación con el de 2009.
“Creemos que compartir el sufrimiento que millones de europeos han experimentado, y continúan soportando, es responsable, fácilmente asequible y sería bueno para la reputación de una institución que se supone que representa la voluntad de la gente”, exponen los eurodiputados.
Eurócratas
El número de empleados (no eurodiputados) en el Parlamento Europeo se disparó de 3 mil 946 a 6 mil 245 desde 2004, cuando la UE pasó de 15 a 25 Estados miembros. En 2007 ingresaron otros dos países.
De ellos, 4 mil 684 cuentan con el rango de “funcionario” (burócrata, o también llamados “eurócratas”); de éstos, mil 935 ocupan 12 categorías diferentes de “administradores” (responsables de las funciones más importantes de alto nivel) y 2 mil 749 de “asistentes”, repartidos en 11 distintos niveles (encargados de las tareas ejecutivas y técnicas).
Completan el personal del Parlamento Europeo mil 561 trabajadores “temporales”, “contractuales” y “consejeros especiales”.
Más de mil burócratas ganan más que los propios europarlamentarios. Un burócrata de rango medio, casado y sin hijos tiene un salario base de 123 mil 890 euros al año, más 4 mil 524 euros de apoyo a vivienda, más 22 mil 692 euros de complemento por su calidad de expatriado. A eso hay que restarle impuestos, seguros y pensión, lo que da un ingreso neto de 121 mil 355 euros anuales.
En octubre del año pasado, la Comisión Europea propuso bajar el sueldo de los funcionarios de las instituciones de la UE (incluyendo los del Parlamento Europeo) únicamente 0.4%.
Tomando en cuenta que un asistente novato gana unos 2 mil 604 euros mensuales y un director general veterano 18 mil 25 euros, la reducción propuesta equivale a una pérdida de 10 a 72 euros mensuales.
Un año antes, en diciembre de 2009, cuando el sector público y privado estaban recortando los salarios de sus trabajadores, los funcionarios de la UE (50 mil) exigieron que les aumentaran el sueldo 3.7% en 2010. Ante la negativa, los funcionarios se pusieron en huelga y llevaron el caso a la Corte Europea de Justicia.
Los eurodiputados, por su lado, tienen un salario promedio anual de 93 mil 685 euros, destaca el informe de New Direction. Sin embargo, también reciben un suplemento para sus gastos generales (como gestión de oficina o impresión de publicaciones) que se eleva a 4 mil 200 euros mensuales.
El informe señala: “Si hubiera menos funcionarios, también menos edificios para alojarlos serían necesarios. Si nuestros ciudadanos observan con sorpresa la grandiosa escala de la sede del Parlamento en Bruselas, replicada en la otra sede de Estrasburgo, podrían sorprenderse más de saber que el Parlamento, de hecho, renta, arrienda o es propietaria de 63 edificios: esto es más del doble del número de edificios que ocupaba en 2002: 31”.
El 26 de septiembre pasado, acota el informe, la Mesa de Dirección del Parlamento Europeo decidió adquirir otro edificio en Estrasburgo con valor de 6.7 millones de euros y renovarlo por un costo adicional de 9.2 millones de euros.
Los gastos anuales para el funcionamiento de los inmuebles de Luxemburgo, Bruselas y Estrasburgo alcanzan 45, 138 y 65 millones de euros, respectivamente, además de que la seguridad de éstos, contratada a agencias privadas, se eleva a 35.7 millones de euros. Por otro lado, el presupuesto de 2011 incluye 7.6 millones de euros para construcción de otros edificios.
“Circo ambulante”
“Uno de los abusos más evidentes contra los contribuyentes y uno de los que más crispa a nuestros ciudadanos es el desplazamiento mensual del Parlamento desde Bruselas hasta Estrasburgo”, manifiestan los autores del reporte.
En diciembre de 1992, los Estados miembros de la UE acordaron que la sede principal del Parlamento Europea sería Estrasburgo, donde tienen lugar las 12 sesiones plenarias mensuales, incluyendo la sesión consagrada a la conformación del presupuesto.
Esa sede, cercana al Consejo de Europa y la Corte Europea de Derechos Humanos, funciona desde 1999 y costó 470 millones de euros.
“El 7 de agosto de 2008 –evoca el reporte— una considerable parte del techado de la cámara de plenos se vino abajo. Su reparación tuvo un costo de 6 millones de euros. Incluso sin tomar en cuenta esos contratiempos, se estima que el ‘circo ambulante’ de funcionarios, documentos y eurodiputados a Estrasburgo, para estar ahí en total sólo 48 días del año, supone un gasto de 200 millones de euros anualmente y la emisión de unas 20 mil toneladas de dióxido de carbono” por el transporte utilizado.
Muchos eurodiputados, se subraya, han expresado su apoyo a la idea de concentrar las actividades en la sede de Bruselas. El 9 de marzo último la plenaria incluso votó a favor de combinar dos sesiones en una semana para reducir el tiempo de estancia en Estrasburgo en 2012 y 2013. Los votos fueron 357 a favor, 255 en contra y 41 abstenciones.
A pesar de esa votación sin precedente, los gobiernos de Francia y Luxemburgo recurrieron a una acción legal para evitarlo. El gobierno de París se opone a cerrar la sede en su territorio por una cuestión simbólica (alojar una institución vertebral de la UE) y económica (la derrama de recursos es vital para muchos negocios de la ciudad).
Otro derroche de recursos ocurre en los servicios de interpretación y traducción del Parlamento Europeo, acusa el informe. El servicio de traducción es el más amplio: está repartido en 13 departamentos que emplean mil 137 funcionarios, mientras que el servicio de interpretación dispone de otros 407.
Ambos servicios costaron 90 millones 445 mil 476 euros el año pasado. A eso hay que sumar los “servicios exteriores” de traducción que se solicitan a personal ajeno al Parlamento Europeo: ese rubro se elevó en 2008 a 9 millones 687 mil euros; este año, a 24 millones 200 mil euros.
Los documentos finales y preparatorios se traducen a las 23 lenguas oficiales de la institución.
“Reconocemos que la interpretación (de los discursos) y la traducción (de documentos) son fundamentales en el funcionamiento de cualquier organización internacional. Pero hay límites, particularmente en tiempos de rigor económico”, exponen los eurodiputados Van Orden y Jan Eppink.
Refieren que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OATAN) cuenta con 28 países miembros pero sólo con dos lenguas de trabajo, el inglés y el francés; en tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene 193 Estados asociados y seis idiomas de trabajo.
El informe cita que en 2008 se calculó que 72% de los documentos de la UE fueron originalmente redactados en inglés, 12% en francés y apenas 3% en alemán. De acuerdo con la dirección general de traducción de la Comisión Europea, se cubriría casi 100% de las necesidades lingüísticas con la traducción a esas tres lenguas, al español y al italiano.
Se añade: “Actualmente hay 23 lenguas oficiales que abren 506 combinaciones de traducción e interpretación. Éstas se incrementarán significativamente si se unen a la UE Croacia, Turquía y otros países: tres nuevas lenguas incrementarían el número de combinaciones a 650 y, con base al actual costo por combinación, el presupuesto de traducción se elevaría 28.5 millones de euros más”.
Los eurodiputados aseguran que si sólo se manejaran 5 o 6 idiomas oficiales, el Parlamento Europeo se ahorraría 40 millones de euros.
(Artículo publicado el 21 de Octubre de 2011 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO)