La embajadora mexicana ante la Unión Europea, Sandra Fuentes Beráin, presentó a eurodiputados la radiografía oficial de un país de ensueño. México, dijo, es hoy una democracia consolidada, con respeto a los derechos humanos, con mayor rendición de cuentas y transparencia, mientras que en lo económico ha generado empleos y desarrollado empresas. La diplomática mexicana se atrevió incluso a sostener que México ha conseguido una estabilidad financiera más sólida que Brasil y Estados Unidos. Cuando el corresponsal de Proceso le preguntó si el país al que se había referido era México, su respuesta fue categórica: “No, era Disneylandia”.
(Artículo publicado en la edición del 25 de Octubre de 2009 de la revista PROCESO)
BRUSELAS.- Pese a que México ha sido uno de los países latinoamericanos más golpeados por la crisis financiera internacional, así como por el crimen organizado y los abusos de poder, el gobierno de Felipe Calderón se empeña en presentarlo en el extranjero como una región de ensueño donde la democracia, el estado de derecho y el bienestar económico de los ciudadanos tienen el nivel o incluso superan el de varias naciones europeas.
En el primer encuentro con la nueva Delegación para México del Parlamento Europeo, el pasado 15 de octubre, la embajadora mexicana ante la Unión Europea (UE), Sandra Fuentes Beráin, expuso a los eurodiputados la radiografía oficial de las circunstancias del país en los ámbitos interno y externo. En la reunión participó también el jefe de la Unidad para México de la Comisión Europea, el griego Petros Mavromichalis.
Para comenzar, Fuentes Beráin se refirió a México como “una democracia consolidada”, donde existe “una perfecta división de poderes”.
Apoyada por una presentación en programa power point, con gráficas y mensajes centrales que podían verse en una gran pantalla de la sala, la diplomática mexicana argumentó que la “democracia fortalecida” de México “se refleja en la pluralidad política” que existe en la composición del Congreso y de los gobiernos estatales.
Un mapa de la República Mexicana, donde los estados mostraban colores distintos según el partido que los gobierna, apareció en la pantalla. “El presidente Calderón –manifestó la expositora, rodeada por una decena de colaboradores– realiza un esfuerzo permanente de diálogo y conciliación de intereses en el marco de la pluralidad política”, además de que en su gobierno “hay una mayor rendición de cuentas y transparencia” hacia la sociedad.
Aunque en el último año aumentó en 1 millón el número de desempleados (Proceso 1719), y sólo el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro echó a la calle a más de 40 mil mexicanos, la embajadora aseguró a los europarlamentarios que las medidas gubernamentales contra la crisis económica se han traducido en “creación de empleos” y “desarrollo de las empresas”.
Fuentes Beráin afirmó que la iniciativa de Calderón para disminuir la pobreza, el programa Oportunidades –“que da apoyos a 25 millones de mexicanos”–, ha sido tan efectivo que ha servido de “modelo” para los planes en la materia que se aplican en 30 países, aunque no identificó a ninguno de ellos.
El eurodiputado español Santiago Fisas, vicepresidente de la Delegación para México y miembro del grupo del Partido Popular Europeo, preguntó si la creciente inseguridad en el país no había ahuyentado las inversiones extranjeras.
Fuentes Beráin respondió que la delincuencia organizada “había tenido mucha presencia en el país”, por lo que la lucha contra el narcotráfico que emprendió Calderón ha sido “frontal y sin cortapisas”. Proporcionó entonces cifras de decomisos de estupefacientes y armamento, así como el número de laboratorios clandestinos desmantelados, antes de asegurar que en el gobierno de Calderón han sido capturadas 80 mil personas “vinculadas al narcotráfico”, aunque no aclaró que la mayoría han sido puestas en libertad.
La lucha contra el narcotráfico, dijo categórica, “es un éxito”, e insistió en que el gobierno busca de esta manera “el fortalecimiento del estado de derecho y la justicia”, siempre “en apego al respeto de los derechos humanos”.
Ninguna culpa de Calderón
Sin ninguna autocrítica de por medio, Fuentes Beráin sostuvo que la precaria situación de la economía mexicana es una consecuencia de lo que pasa en Estados Unidos, y que al gobierno de Calderón no se le puede atribuir la más mínima responsabilidad al respecto.
“No tuvimos nada qué ver con sus causas”, enfatizó, y explicó que, “aun cuando el país se ha visto inmerso en una crisis financiera internacional, el gobierno continúa usando la disciplina fiscal, la transparencia, el fortalecimiento de las finanzas públicas y la austeridad en el gasto”.
No sólo eso: desde principios del tercer trimestre de 2009 México “ya superó lo peor de la crisis”, expresó, para enseguida anunciar:
“Las autoridades financieras (mexicanas) estiman que finalizaremos el año próximo con un crecimiento de 3% en el producto interno bruto. La inflación se mantendrá baja, el tipo de cambio se ha estabilizado y tenemos 74 mil millones de dólares en reservas internacionales.”
Subrayó que, “gracias a estas finanzas públicas sanas, México mantiene, junto con Chile, la mejor calificación de grado de inversiones en la región”.
De acuerdo con sus estadísticas, la nación cuenta con una estabilidad financiera más sólida que Brasil y Estados Unidos, y en Europa únicamente lo superan en ese rubro Finlandia, Alemania y Francia. (Tales datos los atribuyó al World Economic Forum.)
En otro momento de la exposición, mientras la República Mexicana aparecía en el centro del mapamundi observado en la pantalla, la embajadora Fuentes Beráin habló de la posición geopolítica privilegiada del país.
Para resaltar el supuesto liderazgo mundial de México, dijo que éste es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, del G-5, del G-20 y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), además de ostentar la presidencia pro témpore del Grupo de Río y fungir como el único observador latinoamericano en el Consejo de Europa.
Manifestó que la República Mexicana es el décimo contribuyente al presupuesto de la ONU, con una cifra equivalente a la que, en conjunto, aportan 14 Estados miembros de la UE.
Ya encarrerada, la embajadora sostuvo que México es la decimotercera economía más poderosa del planeta, ya que, entre otras cosas, alcanza números similares a “la suma de las economías de Argentina, Venezuela, Colombia y Chile”.
Aún más, en su interpretación estrictamente numérica de las estadísticas, planteó que el país está posicionado en el lugar número 11 en cuanto a paridad de poder de compra, que en México es “más grande que el de España, Canadá y Corea”.
En fin, desde su perspectiva, la nación tiene el mayor producto interno bruto per cápita de Latinoamérica: 10 mil 185 dólares por año, “un monto superior al de algunos países europeos”, remachó triunfalista Fuentes Beráin.
Al término de la reunión, este corresponsal le preguntó a Fuentes Beráin si el país al que se refirió en su exposición era México.
“No, era Disneylandia”, respondió.
Regaño diplomático
El pasado 14 de octubre, en una nota publicada en la versión en internet del diario Reforma, el presidente de la Delegación para México del Parlamento Europeo, el español Ramón Jáuregui, criticó la decisión del presidente Calderón de desaparecer Luz y Fuerza del Centro.
“Me parece muy fuerte que hayan declarado liquidada a la empresa: por mucha corrupción que hubiera y por muchos escándalos, no puede castigarse a 42 mil familias con esa decisión tan brutal”, declaró el eurodiputado del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas.
Entrevistado por Proceso, Ramón Jáuregui comentó que ese mismo día, a las 22:00 horas, recibió una llamada telefónica del secretario de Estado para Iberoamérica del gobierno español, Juan Pablo de Laiglesia, quien asistía en la Ciudad de México a los trabajos de la novena Comisión Binacional México-España.
De Laiglesia –a quién Jáuregui identifica como uno de los colaboradores más cercanos del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero– le pidió al eurodiputado explicar el sentido de sus declaraciones, ya que éstas habían molestado a los diplomáticos mexicanos presentes en el encuentro.
El funcionario español pasó el aparato telefónico a la subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, Lourdes Aranda, quien dijo al eurodiputado que sus declaraciones tenían un “impacto negativo” en México, ya que afectaban los “esfuerzos” de Calderón por modernizar Luz y Fuerza del Centro.
A las 9:00 horas del día siguiente, Fuentes Beráin se comunicó por teléfono con Jáuregui y le reclamó que sus comentarios a la prensa denotaban una falta de conocimiento del conflicto, pues los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro serían recontratados.
Sin embargo, Fuentes Beráin no hizo saber a Jáuregui que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, había anunciado el 12 de octubre la posible recontratación de sólo 10 mil trabajadores.
Peor aún: apenas unos días más tarde, el coordinador de asesores de Carstens, José Antonio González Anaya, advertiría el 17 de octubre que no hay ni un mínimo ni un máximo de extrabajadores que serán recontratados.
En el intercambio telefónico, Jáuregui preguntó a la embajadora si estaba de acuerdo en que él mismo la cuestionara sobre el asunto de Luz y Fuerza del Centro durante su comparecencia ante la Delegación para México del Parlamento Europeo, que comenzaría una hora más tarde.
De esa forma, le expresó el eurodiputado, “usted podrá explicarse ampliamente”.
La respuesta de Fuentes Beráin fue una negativa.