BRUSELAS.- En la fotografía aparecen la eurodiputada alemana Erika Mann; la embajadora de México ante la Unión Europea (UE), Sandra Fuentes-Berain, y en medio de ellas, el vicepresidente ejecutivo de Planeación y Desarrollo de Cementos Mexicanos (Cemex), Fernando A. González.
(Artículo publicado el 12 de Junio de 2009 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO)
Esa instantánea fue tomada el 4 de noviembre de 2008 en el Parlamento Europeo de Bruselas, y se puede ver todavía en la página electrónica de la eurodiputada Mann, entonces presidenta de la Delegación para México de la también llamada Eurocámara.
Ese día por la noche, el alto ejecutivo de Cemex presentó en el salón de actos número 5 del Parlamento Europeo un libro de fotografías espectaculares en torno al tema de la protección al medio ambiente, A climate for life: the impact on the biodiversity by global warming, realizadas por miembros de la International League of Conservation Photographers, una organización estadunidense con sede en Virginia.
La presentación, como la recepción que la acompañó, fue oficialmente convocada por Mann, y a asistieron algunos de los diputados que participaron al día siguiente en la Asamblea Euro-Latinoamericana, que también tuvo lugar en el Parlamento Europeo.
Durante esa asamblea, que conforman 150 diputados de ambas regiones y cuya misión es tratar asuntos de la “asociación estratégica” entre la UE y Latinoamérica, circuló el ejemplar financiado por la cementera mexicana.
La industria del cemento es una de las más contaminantes del planeta: produce hasta 5% de todas las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas causante del calentamiento global. Cemex, como sus competidoras, ha desplegado en Europa una campaña de relaciones públicas y cabildeo en la que se presenta como una compañía preocupada por la ecología, cuyos nuevos métodos de producción de cemento reducen sus emisiones de carbono.
Debido a la opacidad con que se maneja el cabildeo en Bruselas, desde junio de 2008, la Comisión Europea estableció que las compañías y otras entidades, con actividades de cabildeo en los órganos de la UE, debían inscribirse de manera voluntaria a un registro e informar de los costos que esas actividades les generaban.
Hasta donde se conoce públicamente, Cemex ha realizado actividades de cabildeo dentro de las instituciones de la UE a través del Plan Europeo de Negocios y Parlamentos (PENP). Esta agencia especializada en el ramo cobró a cada empresa que la contrató 23 mil 500 dólares anuales por concepto de “honorarios” para la promoción de su imagen (Proceso 1645), según la propia información de PENP.
Cemex también forma parte de la Asociación Europea del Cemento (Cembureau), un organismo que defiende los intereses de ese sector y que cuenta con oficina en Bruselas y 20 empleados permanentes, según datos del experto francés Daniel Guéguen.
Consultado por Apro, Martin Casey, director de Relaciones Públicas y Responsabilidad Corporativa de Cemex Europa, Asia y Australia, confirmó hoy que la cementera perteneció a PENP entre julio de 2007 y julio de 2008. Y aclaró: “Cemex es miembro de Cembureau a través de su membresía a varias asociaciones nacionales (de productores de cemento) de la UE y no directamente”, por lo que cada subsidiaria de Cemex en Europa es independiente respecto del registro.
En todo caso, hasta este 12 de junio, no aparecían en ese registro ninguna compañía con apelativo Cemex y tampoco Cembureau como tal.
Casey explicó que, “en relación al registro de intereses de la UE, trabajamos con una consultoría basada en Bruselas (APCO Brussels el año previo) y ellos hicieron una mención (de Cemex) en la parte del registro que concierne a sus clientes”. Así, APCO Worldwide declaró un ingreso total en el año fiscal de 2007 por 5 millones 913 mil 895 euros, y mencionó a Cemex como uno de sus clientes, el cual aportó “menos de 10 por ciento” de ese monto, sin dar más precisiones, como permite declararlo el registro.
A diferencia de la mexicana, la cementera francesa Lafarge y la suiza Holcim, que también pertenecen a Cembureau, declararon que su gasto en lobby osciló entre 150 mil y 200 mil euros el año pasado.
Un reporte de la Alianza por la Transparencia del Cabildeo y la Regulación Ética (Alter- EU), divulgado el pasado 4 de junio, cuestiona situaciones como la anterior, y afirma que el registro voluntario de la Comisión Europea es ya un “fracaso” a un año de su lanzamiento.
El reporte de Alter- EU, una coalición de 160 ong`s, centros académicos, sindicatos y firmas de relaciones públicas que luchan por el establecimiento de un registro obligatorio de cabilderos que sancione su incumplimiento, señala:
“Actualmente es imposible saber cuánto está gastando una compañía en cabildeo en Bruselas: sus aportaciones financieras a consultorías de cabildeo que ya se registraron son enlistadas en rangos muy amplios y vagos, como `menos de 10 por ciento`. Sus aportaciones a grupos de cabildeo no registrados todavía, frecuentemente no los mencionan con la excusa de evitar una ‘doble contabilidad’. Sus aportaciones a varias federaciones industriales de cabildeo generalmente tampoco son reportadas. Un problema similar sucede con las contribuciones de las compañías a think tanks, ya que éstos no son requeridos a especificar sus fuentes de ingresos”.
Agrega: “Uno de los más sorprendentes y decepcionantes elementos del actual registro es el continuo boicot de una masiva mayoría de grandes compañías, que están en el centro de la preocupación pública por la indebida influencia de los corporativos sobre los procesos de elaboración de las políticas públicas”.
Solo 206 compañías habían registrado la actividad de sus propios cabilderos hasta el 25 de mayo pasado, cuando Alter- EU cerró su reporte.
Al 9 de junio, la cifra subió apenas a 217.
Al respecto, la ong explica: “Ese número es considerablemente menor a la cantidad de cabilderos empleados por las propias empresas y que figuran en un directorio comercial ampliamente usado, el Directorio Europeo de Relaciones Públicas. De las 330 compañías enlistadas en ese directorio, solo 79 aparecen en el registro de la Comisión Europea; es decir, solo 25 por ciento (…) Esto parece ser una fuerte reprimenda pública a la Comisión Europea por parte de muchas trasnacionales líderes que, siendo claramente activas en su cabildeo en Bruselas, han rechazado el registro voluntario”.
Entre otras compañías que no han cumplido con su registro están Apple, AT&T, Boeing, British Airways, Cisco, Eli-Lilly, Ericsson, Hewlett Packard, HSBC, MasterCard, Monsanto, Bertelsmann, Nestlé, Morgan Stanley, Rolls Royce, UPS, Nokia o Pioneer.
Hasta el pasado 9 de junio se habían registrado 537 asociaciones industriales. Sin embargo, continúa el reporte, “es difícil estimar el número total de asociaciones comerciales y otros grupos industriales de lobby con oficinas en Bruselas. Pero la mayoría de esos poderosos y acaudalados grupos no está en el registro: por ejemplo, European Roundtable of Industrialists, European Construction Industry Federation o Cembureau”.
Ineficiencias
El Registro de Representantes de Intereses, su nombre oficial, está dividido en cuatro categorías: consultorías y firmas legales (subdividido en despachos de abogados, agencias de relaciones públicas, consultores independientes de relaciones públicas y otros organismos similares); asociaciones y sus cabilderos (compañías, asociaciones profesionales, sindicatos, y otras organizaciones similares); ong y think tanks; y otras organizaciones (académicas, religiosas, de autoridades públicas, y otras similares).
El reporte indica que únicamente se habían registrado, hasta el 25 de mayo, mil 488 de tales representantes de intereses (1,572 hasta este 12 de junio). De éstos, solo 593 cuentan con una oficina en Bruselas.
“Si tomamos en consideración los datos de la Dirección General de Investigación del Parlamento Europeo –señala el reporte de Alter EU–, hay dos mil 600 grupos de lobby con oficinas en Bruselas, lo que significa que únicamente 22.8% de esas entidades se ha registrado.
“Los niveles de registro –continúa el documento– son bajos para todas las categorías: muchas de las mayores firmas de cabildeo, corporativos y grupos industriales de lobby con oficinas en Bruselas faltan aún en el registro. Muchas firmas de abogados que ofrecen servicios de lobby, y la mayoría de los think tanks basados en Bruselas están boicoteando el registro completamente”. Citan, por ejemplo, al Center for European Policy Studies, Friends of Europe y Bruegel.
Una de las principales asociaciones de cabildeo en Bruselas es la Society of European Public Affairs Professionals (SEAP), que integran los cabilderos a título personal, quienes trabajan para 162 firmas y organizaciones. Solo 55 de ellas (34%) se han unido al registro. Ello, a pesar de que SEAP fue una firme defensora de la autoregulación y un registro voluntario durante los 4 años de debate que precedió la decisión final.
La otra gran asociación es la European Public Affairs Consultancies Association (EPACA). De las 36 firmas que agrupa, 15 están ausentes en el registro. Algunas de ellas son Clan Public Affairs, Ogilvy, DLA Piper, Edelman, Pleon y Weber Shandwick.
Una reciente encuesta del sitio especializado en temas de la UE, EurActiv, arrojó que 55% de las federaciones, 53% de las consultorías y 41% de las compañías, no tienen ninguna intención de participar en el registro voluntario.
La calidad de la información de los cabilderos que se han registrado también deja mucho que desear, señala Alter- EU. La razón: la definición de cabildeo es muy difusa; hay muchas excepciones que permiten seguir ocultando el nombre de los clientes. Los rangos de ingresos por cabildeo son muy amplios. No existe un organismo que examine la información registrada y, a veces, basta con ofrecer datos “de buena fe”, por lo que, en muchos casos, los montos están muy por debajo de la realidad.
Un ejemplo del reporte: “BASF, Bayer, GlaxoSmithKline y Telefónica reportan costos de lobby en las instituciones de la UE que fluctúan de 750 mil a un millón de euros cada una. El gigante petrolero British Petroleum (BP), los fabricantes de automóviles BMW, Fiat y Renault declaran un gasto de entre 200 y 250 mil euros cada una, mientras que Air France-KLM reporta sólo de 50 mil a 100 mil euros. La diferencia entre todos ellos es asombrosa y lo más probable es que refleje una interpretación bastante limitada de lo que debe ser reportado”.
Prosigue: “Las operaciones de cabildeo en la UE de BP incluyen una oficina en la prestigiosa glorieta de Schuman (el centro simbólico donde se hallan las principales instituciones de la UE), así como actividades de lobby que realizan desde Londres y desde todas partes. ¿Puede ser hecho esto con un presupuesto de menos de 250 mil euros al año? En Estados Unidos, con más estrictos requisitos para el cabildeo, BP reporta haber gastado cerca de 8 millones de dólares en lobby en 2008”.
Hay otro tipo de problemas. Un tal Gennaro Ruggiero, por ejemplo, registró varias ong´s y compañías falsas, como el “Fares Bank Ltd.”, con sede en Londres, y declaró que éste banco había desembolsado la increíble cantidad de 250 millones de euros en lobby en la UE en 2008. Las entidades de Ruggiero fueron borradas del registro.
Está también el caso de la Asociación Alemana de Comercio Erótico, que declaró un gasto en cabildeo de 10 euros, ya que como muchos de los inscritos al registro, acusa el reporte, consideró equivocadamente que debía hacerlo, lo que abulta engañosamente el registro.
O qué decir de la Asociación Irlandesa de Porristas, que sí existe. Esta reportó un gasto de 50 mil euros “cabildeando a la institución ejecutiva de la UE sobre política de porras”. Lo que ocurrió fue que la gente de esa asociación quería en realidad solicitar un financiamiento por esa cantidad, y se confundió de página electrónica.