BRUSELAS.- El plan de acción que el gobierno de México y la Unión Europea (UE) darán a conocer este lunes 17 (de mayo de 2010) en Santander, España, durante su cumbre bilateral, tiene por objetivo aterrizar la Asociación Estratégica que existe entre ambos socios comerciales.
Dicho plan de acción contiene tres “nuevos diálogos” entre la UE y México: derechos humanos, asuntos macroeconómicos y seguridad.
Sin embargo, este plan no define presupuesto ni apoyo logístico europeo a la guerra contra el narcotráfico del gobierno de Felipe Calderón, según declaró el domingo 9 la embajadora de la UE en México, Marie-Anne Coninsx. Además, el plan que concreta la Asociación Estratégica México-UE, adoptada en 2008, “busca ampliar a nivel bilateral la cooperación ya establecida en el Acuerdo Global” de Asociación Económica, Diálogo Político y Cooperación que entró en vigor el 1 de octubre de 2000.
Esa falta de compromisos concretos corresponde a la manera en que México obtuvo la asociación estratégica con la UE.
El 13 de octubre de 2008, el Consejo de la UE –el organismo en el que los 27 países del bloque europeo toman decisiones en conjunto– otorgó a México el estatus diplomático de “asociado estratégico”, después de que se lo solicitara la administración de Felipe Calderón. Brasil había obtenido ese mismo estatus, pero por iniciativa de los europeos, según consta en una comunicación interna del Consejo de la UE fechada el 18 de septiembre de 2008, con número de folio 13224/08 y cuya copia obtuvo este semanario.
Ese documento explica que “mediante carta del 4 de abril de 2008 las autoridades mexicanas comunicaron su sugerencia de ampliar las relaciones bilaterales por medio de una Asociación Estratégica. (Por tanto) a mediados de julio (de 2008), la Comisión Europea presentó una comunicación a favor de esta sugerencia”.
El Consejo de la UE “no estaba seguro de la conveniencia de crear con México nuevas estructuras de diálogo al más alto nivel, dado que ya existe el Acuerdo de Asociación Económica, Diálogo Político y Cooperación, en vigor desde 2000”, señaló a Proceso el 15 de octubre de 2008 Nicolás Pascual de la Parte, jefe de la Unidad para Latinoamérica del mencionado Consejo.
El 30 de mayo de 2007, la Comisión Europea propuso al gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva convertirse en su primer socio estratégico latinoamericano y en el séptimo del mundo, después de Estados Unidos, China, India, Rusia, Canadá y Japón.
Según una fuente de la embajada mexicana en esta ciudad, que prefirió no ser citada, la invitación a Brasil tomó por sorpresa a Sandra Fuentes-Beráin, que tenía unas semanas de haber llegado a Bruselas como nueva embajadora de México ante la UE. Su antecesora, María de Lourdes Dieck-Assad, no le había transmitido información sobre el proceso que habían emprendido Brasil y la UE.
Una semana después, el 6 de junio de 2007, el presidente Calderón realizó una visita a Bruselas. Ese día, en una reunión efectuada en la sede de la embajada mexicana, Fuentes-Beráin le planteó al panista la situación, por lo que Calderón la autorizó para solicitar a la UE que ésta otorgara a México el mismo reconocimiento que a Brasil.
Casi un mes más tarde, el 4 de julio de 2007, se realizó en Lisboa la primera cumbre bilateral UE-Brasil, en la que se oficializó la Asociación Estratégica entre ambas partes con la presencia del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva; el primer ministro portugués, José Sócrates, y el presidente de la Comisión Europea, el también portugués José Manuel Durao Barroso.
Esa misma noche se celebró una cena de gala a la que asistieron, entre otros, los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy; de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y el entonces presidente de Italia y expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.
Dos días después, el 6 de julio, Fuentes-Beráin presentó cartas credenciales a Barroso. En el encuentro de 20 minutos, se quejó de que México no hubiera obtenido primero que Brasil la Asociación Estratégica:
–Manuel, la UE ya tiene un tratado con México –argumentó la diplomática.
–¿Y por qué México no se compromete más en las operaciones de paz de Naciones Unidas? –respondió Barroso.
Fuentes-Beráin le contestó que “la Constitución mexicana no permite el envío de tropas al extranjero” y le recordó que “México contribuye con 52% del presupuesto que toda Latinoamérica aporta a la ONU”.
El 15 de julio de 2008, la Comisión Europea publicó el informe titulado Hacia una Asociación Estratégica México-UE. Ahí, esa institución explica que “probablemente con el tiempo, la importancia y la influencia de México aumentarán”, por lo que apoya la “sugerencia” del gobierno calderonista para concederle al país la Asociación Estratégica.
“La Comisión Europea –señala el texto– opina que considerar socios estratégicos a todos los países (emergentes) miembros del G-5 (China, India, Brasil, Sudáfrica y México) es una buena política.”
(Artículo publicado en la edición del 16 de Mayo de 2010 de la revista PROCESO)